Limpia en tren México-Toluca
Cada vez son más fuertes las versiones de que el presidente Andrés Manuel López Obrador presentará en julio un plan de recuperación económica, que en el renglón de infraestructura incluirá las obras insignia del sexenio y cuyo presupuesto quedó intacto, pero además, otras de menor envergadura.
En los preparativos se trabaja a marchas forzadas en el Tren México-Toluca, que entre la opacidad de los contratos, los retrasos de los tramos y los conflictos por los derechos de vía amenazaba con ser un elefante blanco más o que las intenciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de tomar las riendas de la obra se quedarán en eso, en sólo intenciones.
Resulta que está a días de concretarse el tránsito de la concesión que pertenece al gobierno de la CDMX porque es el tramo que se localiza justo en la demarcación, pero que el gobierno federal exige tener en sus manos para un borrón y cuenta nueva de los contratos, que son de los más atrasados y con el mayor sobreprecio, lo que no será una buena noticia para el consorcio que en diciembre de 2014 obtuvo el contrato y donde participan Caabsa, Prefabricados y Transporte, Cargo Crane, Grupo Corporativo Amodher, Omega Construcciones Industriales y González Soto y Asociados.
El reto es saber sí este potencial cambio de constructores sería suficiente para, de una vez por todas, finalizar la dichosa obra.
La banca, en semáforo amarillo
Los datos más recientes de la banca en abril, ya con el efecto de coronavirus, encendieron las luces amarillas del estado de salud del sistema, aún con los criterios contables especiales que autorizó la Comisión Nacional Bancaria y de Valores en marzo.
De hecho, Credit Suisse destacó que el deterioro más significativo fue encabezado por Inbursa, Gentera y Santander, que tendrán que fortalecer su capital para soportar la caída de la economía, lo que para los bancos significa menor demanda de crédito, mayor cartera vencida y una disminución del margen de intermediación.
Y por ejemplo, las perspectivas poco favorables del negocio bancario obligaron a los accionistas de Santander México a desempolvar el límite de emisión de valores que se autoimpusieron hace nueve años por hasta 6,500 millones de dólares o su equivalente a moneda nacional, y la actualización urgía porque ya había llegado a 97% del tope y tan pronto como hoy en asamblea extraordinaria se aprobará el incremento del limite hasta 10,000 millones de dólares, es decir, más de 50% para ampliar sus fuentes de financiamiento para aliviar las futuras presiones de capital.
Y pareciera que el Consejo de Administración de Santander es mucho menos optimista que su propio equipo de análisis económico, que encabeza el hermético Guillermo Aboumrad, y que por lo menos en la encuesta más reciente de expectativas de Citabanamex compartió un estimado de tipo de cambio de 22.90 pesos al cierre del año, mientras que el consejo de plano hace cálculos con un pronóstico de 24 pesos.
Banco Paga Todo hace ruido
En 2012 la CNBV autorizó el inicio de operaciones de dos banco de nicho, uno de ellos es Paga Todo, que dirige Alejandro Ramos Larios y que ha tenido un desempeño bastante modesto y discreto, y que en los últimos años se enfocó en el desarrollo de sistemas de pagos y transacciones financieras, y ahora quiere aprovechar la necesidad de desplegar más rápidamente la penetración bancaria con tecnologías más económicas y eficientes.
La intención es buscar convenios con el Banco del Bienestar que como se sabe es el principal dispersor de las transferencias sociales del gobierno federal y su plan de apertura de sucursales no ha podido lograr un ritmo más acelerado.
Seguramente escucharemos más del Banco Paga Todo en los siguientes meses.