La pandemia de COVID-19 ha llevado a los restaurantes, gimnasios y hoteles a buscar cómo prepararse para enfrentar una nueva realidad en la forma de operar sus negocios.
Las empresas luchan por sobrevivir a la crisis mientras hacen un esfuerzo por adaptarse al cambio con medidas como introducir espacio adicional para conservar la distancia, limpieza regular, protecciones para el personal y tecnología que limite las interacciones de los clientes con los trabajadores.
En países como Reino Unido, donde las medidas de aislamiento ya se reducen gradualmente, los consumidores se enfrentan a experiencias diferentes en los negocios que han reabierto sus puertas, relata el Financial Times.
En las tiendas de Pret A Manger, una de las cadenas de cafeterías más grandes de ese país, se aplican medidas de distanciamiento entre clientes y trabajadores, mientras que el menú, que normalmente incluía 60 productos, se redujo a 11 y es únicamente para llevar.
“Pret será muy diferente ahora”, dijo el CEO de la firma, Pano Christou, al diario británico.
Las cadenas de comida rápida Burger King y KFC también han reabierto una parte de sus tiendas con medidas similares.
No obstante, en algunos países se determinó que el cierre de restaurantes estará entre los más prolongados durante el confinamiento.
Los gimnasios también planean un reajuste en su funcionamiento tras la pandemia.
En China, las preocupaciones por una segunda ola de casos de COVID-19 han forzado el cierre de gimnasios en Pekín, que se convirtió en la región con mayor número de contagios en el gigante asiático.
Las nuevas restricciones añaden presión a un mercado que cerró sus puertas desde finales de enero, lapso en el que se disparó el número de casos en China, y que ahora busca renegociar contratos de alquiler.
Pero la situación también ha dado espacio al surgimiento de nuevas oportunidades de negocio, como la aplicación Keep, una plataforma para brindar clases en línea y rutinas personalizadas, que ha recibido más de 170 millones de dólares de inversionistas como Tencent y Goldman Sachs, entre otros.
Para cadenas hoteleras mundiales, como Marriott y Accor, la recuperación podría ser más lenta. Morgan Stanley prevé que los niveles de demanda logrados en 2019 se alcanzarán en un periodo de seis años a partir del final de la crisis sanitaria.
“Las empresas deben volver a capacitar al personal, reabastecer y reparar sitios, organizar inspecciones de salud y seguridad y considerar campañas de marketing”, dijo Graeme Smith, directora de la consultora AlixPartners.