El aspirante a la presidencia por los demócratas, Michael Bloomberg, arremetió contra Donald Trump, pues considera que el mandatario rompió las promesas en materia económica favoreciendo a los más ricos a expensas del resto de la población.
Bloomberg consideró que las medidas de Trump han hecho que la riqueza se concentre en pocas manos, mientras la clase media enfrenta altos costos.
Demasiada riqueza está en muy pocas manos. Mientras que a un puñado de grandes ciudades les está yendo bien, gran parte del país está luchando; nuestra clase media está siendo saqueada; y los trabajadores estadounidenses están siendo presionados por los precios más altos en todo, desde la atención médica hasta la vivienda,
escribió Bloomberg en una columna publicada en MarketWatch.
En 2017, meses después de llegar a la Casa Blanca, Trump presentó “la mayor reforma fiscal de la historia” al recortar de 35 a 15% los impuestos a las empresas y también rebajó los impuestos a los más ricos de 39 a 35%.
Esa medida, indicó Bloomberg, solo aumentó el problema “ya que casi todo el dinero va a personas como yo, que no lo necesitan”.
El exalcalde de Nueva York posee una fortuna de 54,100 millones de dólares, que lo ubica en la novena posición como la persona más rica de EU, según Forbes.
La crítica que hace Bloomberg también refiere al comportamiento accionario de Wall Street, cuyos principales índices se han ubicado en meses recientes en máximos históricos.
Claro, el mercado de valores está en su punto más alto. Pero casi la mitad del país no posee acciones,
argumentó el aspirante demócrata.
También recordó que aunque la tasa de desempleo se ubica en 3.5%, su nivel más bajo desde hace más de 50 años, los trabajadores ganan 18,000 dólares en promedio.
“De hecho, la proporción del ingreso nacional que se destina a los trabajadores, en lugar de a los inversionistas, está cerca de un mínimo histórico”.
Fábricas de empleo
El demócrata destacó que, de llegar a la presidencia, aumentaría el gasto en investigación y desarrollo en más de 100,000 millones de dólares para crear “fábricas de empleo”, cuyos recursos serían distribuidos a otros lugares distintos a Harvard o Stanford.
Los llamamos fábricas de empleo porque eso es lo que producirán: trabajos. Lo harán generando avances científicos en una amplia variedad de áreas,
agregó.
También se comprometió a mejorar las protecciones laborales, trabajar para expandir la licencia por enfermedad pagada y apoyar los derechos de los trabajadores para negociar colectivamente con el objetivo de obtener mejores salarios y beneficios.