La Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF) está sufriendo los efectos de la Ley Federal de Austeridad Republicana, que prohíbe a servidores públicos de alto nivel desempeñarse en el sector privado 10 años después de la conclusión de su cargo público.
Actualmente, dos de las cuatro vicepresidencias del regulador se encuentran vacantes, lo que enciende focos rojos entre el sector asegurador y especialistas que temen que las actividades de la CNSF se vean afectadas en los próximos meses – tal y como ocurre en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
El primero en abandonar el barco fue el vicepresidente de Análisis y estudios sectoriales del organismo, Gerardo Rubio, quien presentó su renuncia días después de que el Senado aprobara la Ley Federal de Austeridad Republicana en julio de este año.
Rubio contaba con la estima de los sectores afianzador y asegurador, pues se desempeñó durante casi una década en diversos cargos de la CNSF, dijo a EL CEO un integrante del sector que pidió no ser identificado.
El ahora exfuncionario asumió su cargo en marzo de este año, bajo la batuta de Ricardo Ernesto Ochoa Rodríguez, actual presidente de la institución.
A cargo de la vicepresidencia de Análisis y estudios sectoriales se encuentran las direcciones generales de Desarrollo e investigación, a cargo de Luis Humberto Villalpando, y de Análisis de riesgos, que se encuentra vacante, de acuerdo con información de nómina de la institución.
La segunda renuncia
En octubre, la Cámara de Diputados aprobó la Ley Federal de Austeridad Republicana, que no ha sido publicada en el Diario Oficial de la Federación y no ha entrado en vigor.
Derivado de la aprobación de la Ley, Pedro Aguilar Beltrán, vicepresidente de Operación institucional del órgano desconcentrado, presentó su renuncia a Ochoa Rodríguez.
Aguilar Beltrán trabajó en la CNSF desde 1991 hasta la primera quincena de octubre. Ocupaba la vicepresidencia desde marzo de este año.
“Era uno de los funcionarios más capacitados para su cargo. Ahora a ver si quien lo supla puede con la carga”, dijo una fuente del sector asegurador.
La vicepresidencia de Operación institucional tiene a su cargo cinco direcciones generales, lo que la convierte en la más grande de todas las que componen la CNSF.
De estas, solo la dirección general de Supervisión de fondos de aseguramiento está acéfala, de acuerdo con información de nómina publicada por la Secretaría de la Función Pública.
Las vicepresidencias jurídica y de tecnologías de la información son las únicas que mantienen a sus titulares.
Problemas en el horizonte
La salida de estos altos directivos de la CNSF puede ocasionar problemas para que el regulador desempeñe sus actividades y aumenta la incertidumbre para el sector, considera Salvador Mejía, socio director de la consultora Asimetrics.
Si se va la alta dirección, viene una pregunta importante por parte de los entes regulados: cuál será la actitud del nuevo regulador hacia ellas. Se tiene que ver cómo manejar esta situación para no generar incertidumbre
Como en el caso de la CNBV, la CNSF es responsable de dar señales a los mercados, a los inversionistas y a los ciudadanos de la salud del sistema financiero en su conjunto.
Por lo anterior, el potencial entorpecimiento de sus actividades derivadas de la falta de personal y la fuga de talento derivada de la Ley Federal de Austeridad Republicana que se vive actualmente, puede levantar banderas rojas.
“Nos tendríamos qué preguntar qué puede suceder con la solidez del sistema financiero en México si tenemos reguladores sin la suficiente experiencia, sin la suficiente capacitación y por lo tanto, creo que salvo que haya correcciones importantes en el corto plazo, se va a generar un estado de incertidumbre”, consideró Marco Provencio, socio fundador y director de la consutora Proa Structura en una entrevista con EL CEO en octubre.