La Comisión Nacional de Hidrocarburos ya ha aprobado a Pemex los proyectos de exploración de cinco de los 20 campos prioritarios, lo que es un buen avance, pero aún insuficiente para alcanzar las metas de producción del Gobierno Federal.

El gran problema viene de que son campos muy pequeños. Lo que Pemex ha tratado de impulsar es que, el hecho de que estén cerca de instalaciones ya existentes, facilita la interconexión. Se está sacrificando la rentabilidad de los pozos con tal de traerlos a producción muy rápido. La producción pico de esos campos es algo pequeño, que no debe rebasar los 40,000 barriles (diarios)

Gonzalo Monroy, director, GMEC

Este modelo sí puede levantar la producción, pero al mismo tiempo podría tener un impacto negativo en las finanzas de Pemex.

En contraste, a Ku-Maloob-Zaap se le han comprometido inversiones por alrededor de 2,000 millones de dólares, mediante las cuáles se obtendrán alrededor de 800,000 barriles, en gran parte como consecuencia de inversiones anteriores.

Monroy consideró que una inversión del tamaño de la que se hará en los cinco campos aprobados podría estar mejor utilizada en procesos de exploración en campos no convencionales o de aguas profundas, donde México todavía tiene mucho potencial por aprovechar, aunque su resultado no sería tan inmediato.

Para Arturo Carranza, la elección del modelo mediante el cual se explotará cada proyecto también tendrá un impacto en la rapidez con la que se vean resultados.

La columna del plan de negocios es el aumento de la producción que te va a permitir tener mayor flujo de recursos y rentabilidad comercial en el mediano plazo (…) el tema será la ejecución en tiempo y forma del desarrollo de estos campos. Si existen retrasos u obstáculos se va a romper esta inercia. Mucho dependerá del modelo contractual que se utilice para explotarlos

Arturo Carranza, analista del sector energético

El Gobierno Federal ha favorecido los Contratos de Servicios Integrales de Exploración y Extracción, que han recibido críticas de diversos actores del sector y que no han probado ser suficientemente atractivos para el perfil de empresas que pudieran ayudar a eficientar la producción de Pemex.

Carranza considera que esta será la prueba más dura para el éxito de este modelo.

Las dos aprobaciones más recientes fueron las de los campos de Cuichapa y Chalabil. Estas asignaciones llevan el número total de aprobaciones a cinco, de las 64 que serán evaluadas para el periodo 2020-2023.

Los proyectos que Pemex presentó estiman inversiones y gastos operativos por al menos 356 millones de dólares, con un escenario incremental que podría llevar el costo total a 888 millones de dólares.

Esta inversión comprende la perforación de 27 prospectos exploratorios en el escenario incremental y ocho en el base.

Campos prioritarios Pemex

Fuente: CNH

La incorporación estimada de recursos prospectivos en estos cinco campos es de 445 millones de barriles de petróleo crudo equivalente en el escenario base, y 1,241 millones en el escenario incremental, esto sin considerar los riesgos geológicos potenciales.

Los cinco proyectos aprobados son los de Cuichapa, en el estado de Veracruz; Chalabil, en la plataforma continental del Golfo de México; Llave, en Veracruz; y dos proyectos en Uchukil en la Cuenca del Sureste, frente a Tabasco.