Atrás quedaron las botas y el uniforme camuflado. Ahora lo suyo son las telas coloridas “con mensajes de paz”. En pasarelas de la moda un puñado de exguerrilleros de las FARC le apuesta a su reincorporación a la vida civil en Colombia.
“Este desfile consiste en mostrar nuestras prendas que estamos confeccionando, demostrarle a Colombia que estamos comprometidos con la paz”, dice el excombatiente Gonzalo Beltrán, quien cambió las armas por el corte de prendas femeninas.
Como antesala al Día Internacional de la Paz que se celebra cada 21 de septiembre, la universidad privada más importante de Colombia abrió sus puertas para exhibir la primera colección de moda fabricada en una de las 26 zonas para la reincorporación de excombatientes de la que fue la guerrilla más poderosa de América.
“La Asamblea General (de la ONU) ha declarado esta fecha como el día dedicado al fortalecimiento de los ideales de paz, tanto entre todas las naciones y todos los pueblos como entre los miembros de cada uno de ellos”, explica el organismo multilateral.
A ritmo de música electrónica, una decena de modelos, estudiantes y exguerrilleras caminaban al tiempo que levantan un cartel con mensajes alusivos al acuerdo de paz firmado en 2016 entre la entonces FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos.
“Estamos cumpliendo”, rezaba el aviso que sostiene una joven de kimono amarillo, ante la mirada de unos 200 espectadores.
La siguen modelos con mensajes como “para la paz todo”, “para la guerra nada” y “la moda es un acto político”.
La diseñadora y politóloga Ángela María Herrera empezó a trabajar con cerca de 30 exguerrilleros de la zona de reincorporación del municipio de Icononzo, donde viven desde hace tres años cuando se firmó el pacto que condujo al desarme y transformación en partido de los rebeldes comunistas.
“Nuestras prendas mandaban mensajes de paz (…) teníamos prendas que eran confeccionadas por los excombatientes pero cortadas por víctimas de la violencia, entonces ahí mismo, intrínsecamente en la ropa, está implícito el mensaje de reconciliación”, explica la joven emprendedora.
Con el juego de palabras “Pazarela”, el desfile ratificó el compromiso de la mayoría de exguerrilleros con el acuerdo, tras el anuncio que hizo el otrora número dos de las FARC, Iván Márquez, y otros excomandantes de iniciar una nueva rebelión por la “traición” del Estado a lo convenido.
“Estas son las prendas que estamos haciendo los hombres y mujeres que le apostamos a la paz, que dejamos el fusil y dijimos no a la guerra y queremos seguir aquí”, aseguró la exguerrillera Milena Reyes, quien desfiló con un vestido de flores y el cartel “implementación del acuerdo ya”.
Moda en la selva
Leonardo González, organizador del evento, destacó el compromiso de “los jóvenes”, que “no quieren volver a la guerra”.
“Estamos de frente al país y este es un lugar donde también se construye paz”, agregó desde la Universidad de Los Andes.
“Hagamos la moda y no la guerra”, este fue el mensaje de ‘Pazarela’ de #DíaPaíz ?, donde excombatientes y estudiantes mostraron que mediante el arte también se construye paz. pic.twitter.com/PuPzK6sdqa
— Uniandes (@Uniandes) September 18, 2019
Aunque la “inmensa mayoría” de los 13,000 antiguos combatientes, milicianos y colaboradores de las FARC siguen comprometidos con el pacto, según la ONU, el rearme de un sector pone en entredicho el esfuerzo para superar medio siglo de conflicto armado.
A esto se suma la expansión de las disidencias de las FARC que operan sin mando unificado con cerca de 2,300 hombres, entre exguerrilleros y nuevos reclutas dedicados principalmente al narcotráfico y la minería ilegal, según inteligencia militar.
Pero Milena Reyes quiere pasar la página. Para ella el desfile es la oportunidad de desarrollar un talento que adquirieron en la selva, para usarlo en una vida en paz.
“En la guerrilla fuimos diseñadores, sastres”, recuerda la otrora rebelde.
“Modificábamos la ropa que nos daban, porque como era ropa estándar, de ciertas tallas, alguna nos quedaba grande o muy ajustada (…) Nosotros implantamos también modas dentro de la guerrilla”, concluye entre risas.