La desaceleración económica, a nivel mundial y en México, y el clima de incertidumbre impactó los reportes de las compañías mexicanas en el segundo trimestre del año.
El flujo operativo (EBITDA) de 29 emisoras del S&P/BMV IPC, el principal índice de la Bolsa Mexicana de Valores, sin tomar en cuenta bancos, perdió 2.39% entre abril y junio de 2019, respecto al mismo lapso del año pasado. En total, las emisoras sumaron 252,215 millones de pesos de EBITDA.
“Claramente los datos reflejan una importante desaceleración respecto a trimestres previos, principalmente en los sectores de construcción e industrial, resultado del menor dinamismo económico interno”, publicó en un reporte Grupo Financiero Monex.
Las emisoras que presentaron los mayores ajustes en su EBITDA fueron Peñoles y Alpek. Medido en pesos, las emisoras tuvieron bajas de 59.05 y 34%, respectivamente.
Peñoles y Alpek también son las más castigadas por el mercado desde que dieron a conocer sus resultados financieros. Las acciones de Peñoles han presentado una baja 14.42% y Alpek de 12.23%.
Un tema que puede impulsar a empresas del sector industrial, como Alpek, es que el gobierno acelere el gasto en proyectos de infraestructura, que ha mostrado debilidad desde hace varios meses, dijo en un análisis Jacobo Rodríguez, director de análisis financiero de Black WallStreet Capital.
Del otro extremo, la lectura no es tan nítida.
Aunque el grupo aeroportuario OMA tuvo el mayor incremento en EBITDA en el trimestre (+22.33%), sus acciones no van en el mismo sentido, ya que presentan una baja de 2.16% desde que publicó su reporte.
Las acciones de Alsea (+14.81%), Kimberly Clark México (+12.17%) y Televisa (10.86%) han sido las de mejor desempeño después de dar conocer su resultados.
Alsea y Kimberly Clark México presentaron alzas en su flujo operativo de 16.68 y 14.86%, respectivamente. Televisa, en cambio, presentó una baja de 30.14%, pero superó las expectativas de los analistas; esperaban un caída más profunda.
Para lo que resta del año, el panorama no es alentador.
“Ante una economía global que pierde impulso y una baja actividad económica interna, podríamos esperar que los próximos resultados de las empresas continúen mostrando cierta debilidad”, de acuerdo con un análisis de Monex.