Por ley las propinas son parte de los ingresos de los trabajadores, pero en la práctica no son considerados para sus aportaciones al sistema de seguridad social, ni como parte de la recaudación del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
La Ley Federal del Trabajo (LFT) reconoce las propinas como un ingreso salarial del personal que forma parte de la plantilla laboral en hoteles, casas de asistencia, restaurantes, fondas, cafés, bares y otros establecimientos.
No obstante, gran parte de estos establecimientos suele pagar entre uno y dos salarios mínimos y no considera las propinas para el pago de ISR y de prestaciones básicas de los trabajadores, hecho que ahonda en la precariedad laboral dado que reduce los montos de aguinaldo, prima dominical, vacacional o fondo para el retiro.
Los ‘propineros’ forman parte de la primera generación de tercerización de los trabajadores, ya que es el cliente quien cubre sus ingresos. Su regulación es necesaria y requiere de algunos ajustes en la LFT para que sus prestaciones correspondan con la realidad de los ingresos que perciben
dijo Alfonso Bouzas, investigador de temas laborales en la UNAM.
En algunas plataformas de búsqueda de trabajo -OCC Mundial, Adecco, Manpower y empleo.gob.mx-, los salarios ofrecidos para un puesto como mesero oscilan entre los 3,150 y 5,500 pesos al mes en estados como Ciudad de México, Chiapas o Querétaro.
Al cierre del primer trimestre del año, 10.6 millones de trabajadores en el país tanto del sector formal e informal percibieron un salario mínimo y 17.1 millones, más de uno y hasta dos salarios, según datos de INEGI.
De acuerdo con la LFT, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) es la autoridad encargada de fijar los salarios mínimos profesionales, entre los que ubican los sueldos de trabajadores que obtienen propinas, como cantineros, cocineros y acomodadores de autos.
Empleadores, en el ojo del huracán
Las empresas que contratan a trabajadores con salarios bajos, pagan cuotas menores al IMSS y de ISR al Servicio de Administración Tributaria (SAT); integrar las propinas al salario significaría elevar el monto de las cuotas obrero-patronales.
Autoridades tendrían que establecer un acto de fiscalización para integrar estos ingresos dentro del salario de los trabajadores y evitar que los pago de ISR y seguridad social sean una carga fiscal para los empleadores
dijo Rodrigo Ramírez Venegas, presidente de la comisión fiscal 3 del Colegio de Contadores Públicos de México.
Pero contabilizar el monto total de los ingresos para elaborar un registro podría ser complicado para los patrones, ya que en algunos casos el pago se efectúa en efectivo.
En caso de los pagos que se finiquitaran siempre por medio de una tarjeta bancaria sería más sencillo para las autoridades laborales y fiscales establecer los montos de las cuotas obrero patronal para las propinas.
“Para evitar la tercerización de este sector se tiene que hacer una auténtica inserción del trabajo de los ‘propineros’ en la ley laboral, para ello es necesario establecer un monto de ingresos real que obligue al empresario a realizar un pago por propinas”, dijo Alfonso Bouzas.