El mercado accionario de Estados Unidos manda señales encontradas a los inversionistas.
Por un lado, el índice referencial S&P 500, marcó un nuevo máximo histórico este jueves, el quinto del año, pero las dudas sobre la fragilidad de la economía se mantienen sobre la mesa, reflejo de ello es el rezago del índice Russell 2000 en cuanto a récords este año.
Históricamente, el Russell 2000 sirve como un termómetro del desempeño económico de Estados Unidos. Su composición de pequeñas y medianas empresas y baja concentración a sectores específicos contrasta con índices como el Dow Jones, el S&P 500 y el NASDAQ, en los que nombres como Boeing, Apple y Amazon son los comunes denominadores.
Las pequeñas y medianas empresas son más sensibles a movimientos propios de la economía. Un menor exposición a países como China deja en la ecuación que la economía se está desacelerando
dijo Guillermo Delgado, director de operaciones en Black Wallstreet Capital.
La debilidad de la economía no se queda en recortes de crecimiento de instituciones como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional. El crecimiento se ha reducido a su nivel más bajo desde 2015, de acuerdo con el rastreador de alta frecuencia del crecimiento global del Instituto Internacional de Finanzas.
Fed y Trump, las armas de doble filo
El reciente impulso a los índices recae en dos factores. El primero, el mercado ya tiene descontado una baja de la tasa de interés de la Reserva Federal el próximo mes y, el segundo, las expectativas respecto a que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, llegue a un acuerdo con su par chino, Xi Jinping en la cumbre del G20 para resolver su guerra comercial.
Todos los analistas consultados por la herramienta CME FedWatch tienen previsto un recorte de 25 puntos base en la tasa de interés de la Fed, en la reunión de julio. Incluso, 85.4% de los encuestados esperan otros recorte de otro cuarto de punto porcentual en la reunión de septiembre.
No cumplir los ‘caprichos’ del mercado puede desatar una ola de ventas
dijo Fernando Félix, analista independiente.
Además de una de sorpresa desagradable por parte la Fed en sus próximas reuniones, lo que diga Trump también puede ser un arma de doble filo para los mercados.
Últimamente, el tono de sus tuits -su red social favorita- ha sido conciliador con China y ha dejado ver que espera llegar a un acuerdo comercial con el gigante asiático, aunque eso puede cambiar en cualquier segundo.
“El golpe al mercado podría venir de cualquier lado y crear un efecto dominó”, comentó Félix.
Hasta este momento, los mercados tienen contemplados recortes en las tasas de interés y un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China. No cumplir con lo anterior llevaría, irremediablemente, a dos resultados: un cambio en el sentimiento del mercado y bajas profundas en los índices.