¿Un peso fortachón? El presidente Andrés Manuel López Obrador no pierde oportunidad para presumir la fortaleza que ha ganado la moneda mexicana en lo que va de su administración, pero las razones sobre la apreciación del peso no son tan claras como sugiere.
El peso con relación al dólar se ha apreciado. Tenemos un peso fuerte todo el tiempo que llevamos. Hagan la cuenta, vean cómo estaba el peso cuando llegamos a la presidencia y cómo está ahora
dijo el mandatario el jueves.
Si bien es cierto que del 1 de diciembre a la fecha la moneda mexicana ha ganado 6.18% en su cotización spot, equivalente a 1.25 pesos, las causas no son directamente atribuibles al desempeño del gobierno, pues los movimientos cambiarios dependen tanto de variables locales como internacionales.
El impacto del NAICM
El peso se depreció 3.24% el lunes 29 de octubre, cuando el presidente confirmó, tras los resultados de una polémica consulta ciudadana, la cancelación de la construcción del aeropuerto de Texcoco, obra insignia de la administración de Enrique Peña Nieto.
La depreciación continuó en los siguientes días hasta llegar a los 20.63 pesos por billete verde el 26 de noviembre.
Sin embargo, el 18 de diciembre fue el último día que el dólar cerró por encima de los 20 pesos y desde entonces se ha mantenido entre los 18 y 19 pesos.
Peso, rey de los emergentes
En los últimos meses, la desaceleración global y la guerra comercial entre Estados Unidos y China han generado un debilitamiento del dólar frente a las monedas emergentes. Entre estas, el peso mexicano ha tenido el mejor desempeño entre el 30 de noviembre de 2018 -día previo a la toma de protesta de López Obrador- y el 16 de mayo.
Las razones de la apreciación del peso son, en mayor medida, factores externos que comenzaron desde principio de año, dice el gerente de Análisis Económico de Ve por Más (BX+), Alejandro Saldaña.
Si bien a finales de 2018 la presentación del paquete económico tuvo implicaciones sobre la responsabilidad financiera, principalmente el tipo de cambio se explica por factores externos,
detalló Saldaña.
Afirmó que a principio de año, elementos como la expectativa de que las tasas de interés se mantuvieran durante 2019 y el optimismo sobre un próximo acuerdo comercial entre Estados Unidos y China impulsaron a las monedas emergentes, especialmente al peso.
El Fondo Monetario Internacional estima que la economía de los países emergentes en su conjunto crecerá 4.4% en 2019, mientras que la de las naciones desarrolladas crecerá 1.8%.
Saldaña aseguró que el peso tiene una ventaja por encima del resto de las monedas emergentes al contar con una tasa de interés referencial de 8.25%, lo que la hace más atractiva a inversionistas frente a otras monedas, como la brasileña.
De acuerdo con el analista, un aumento en la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos a mediados de este año podría hacer presión sobre el peso, lo que lo llevaría a perder valor frente al dólar.