Una policía tailandesa camina entre basura y ruinas en busca de cadáveres. Va equipada con la palanca de mando y un casco de realidad virtual que sumerge a los socorristas en una escena de horror  para ayudarles a identificar a las víctimas durante una catástrofe.

La oficial forma parte de los expertos de la policía científica tailandesa que probaron por primera vez este sistema concebido por la Cruz Roja Internacional (CICR) en Bangkok para mejorar los reflejos en caso de siniestro.

“Hay que juntar las pruebas de identidad”, comenta la policía Chanika Sookreang con su cascos de realidad virtual en una comisaría de Chonburi, entre Bangkok y Pattaya. Visualiza una escena de horror que podría haber sido ocasionada por la explosión de una bomba o por un tsunami.

Chanika Sookreang trabaja virtualmente como si estuviera sobre el terreno, con una bolsa mortuoria, un aparato fotográfico y estuches de plástico para meter documentos y objetos personales de las víctimas.

Sookreang por una ciudad en ruinas y fotografía los tatuajes y las caras con tan solo dar clic con el control mientras los otros policías siguen su progreso desde una pantalla en la sala.

Una experta de medicina forense del CICR guía a la joven, que cubrió el tsunami de 2004 en Asia.

Inteligencia Artificial que salva vidas

“Cuando los socorristas dejan tras de sí los enseres de las víctimas como teléfonos y documentos de identidad (…) la información se pierde para siempre”, explica a los participantes.

“Lo que se recoge es crucial para la identificación”, insiste esta especialista húngara, que les explica cómo ordenar los objetos en bolsas transparentes y etiquetadas.

Decenas de expertos forenses de la Cruz Roja Internacional dan formaciones en todo el mundo sobre protocolos de gestión de catástrofes. Hasta ahora usaban maniquíes pesados pero este software, creado por un exmilitar suizo, les facilitará la tarea.

Christian Rouffaer, jefe de la unidad de “realidad virtual” del CICR trabajó junto con la experta Ivett Kovari para que el simulacro fuese realista. Ella les hizo añadir, por ejemplo, una rata que aparece cuando el rescatista en entrenamiento voltea un cadáver, al que además se le cae un brazo durante la operación “porque es lo que puede ocurrir en la realidad”, explica.

“Incluso cuando se recreaba una escena de catástrofe durante nuestras formaciones era muy estéril”, argumenta, encantada de poder ahora sumergir a los alumnos en un universo caótico lo más parecido posible a la realidad.

Con información de AFP