La NASA sufre retrasos en el desarrollo de su próximo gran cohete, el Space Launch System (SLS), que prometia ser el mas ‘poderoso’ de la historia, anunció el director de la institución, Jim Brindenstine.
El SLS es desarrollado desde hace años por Boeing y promete ser el cohete más potente jamás construido, con el objetivo de retomar las misiones tripuladas alrededor de la Luna primero, y posteriormente para aterrizar en el satélite. Una cápsula para astronautas, Orion, está siendo construida por Lockheed-Martin y Europa.
Después de tres años de retraso, la primera misión no tripulada que consiste en un viaje de ida y vuelta a la Luna, llamada “EM-1”, había sido ya pospuesta hasta junio de 2020.
Pero “SLS ha tenido dificultades para mantener su calendario”, dijo Bridenstine en una audiencia en el Senado. “Nos enteramos la semana pasada de que no podríamos cumplir el cronograma”.
Esta es la primera vez que la NASA reconoce claramente la magnitud de los problemas del SLS, un proyecto que ya le ha costado a la agencia espacial más de 12,000 millones de dólares, según dijo su inspector general en agosto pasado.
Bridenstine anunció inmediatamente después que quería confiar a los cohetes privados existentes la misión EM-1 de junio de 2020, en lugar de esperar a que el SLS esté listo.
Aunque no la mencionó, la compañía SpaceX sería una candidata natural con su cohete Falcon Heavy. El cohete Delta IV Heavy de United Launch Alliance (una empresa conjunta de Lockheed-Martin y Boeing) es el otro capaz de lanzar masas tan grandes.
“Hoy existen capacidades extraordinarias, podemos comprarlas para cumplir este objetivo”, dijo a los desconcertados legisladores.
El nuevo plan consistiría en lanzar primero la cápsula Orión y luego otra parte de la nave, una etapa con motores. Ambas se acoplarían en órbita para hacer el viaje alrededor de la Luna.
Ningún cohete en la actualidad tiene la capacidad de lanzar los dos elementos juntos debido a su peso. Es por eso que la NASA necesitaba el cohete SLS.
“Quiero decirlo claramente: hoy no tenemos la capacidad de ensamblar la cápsula Orión con otro elemento en órbita. Así que entre ahora y junio de 2020 tendríamos que hacerla posible”, sostuvo Bridenstine.
“La NASA a menudo incumplió sus fechas de lanzamiento en el pasado, eso es lo que estoy tratando de cambiar”, enfatizó.