Los mercados accionarios empezaron el 2019 con un fuerte ascenso, pero la volatilidad de los últimos meses les impedirá batir sus máximos históricos, al menos en el corto plazo.
El panorama al que se enfrentan los índices no es sencillo. El temor de una desaceleración económica más profunda de lo esperado, una mala negociación comercial entre Estados Unidos y China y un mal acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea son algunos de los temas que pueden impactar el desempeño de los mercados.
La desaceleración económica es el principal punto de presión por el momento. Un dato que llamó la atención el lunes fue la caída en la venta de automóviles en China durante enero. Sus ventas retrocedieron 15.8% respecto al mismo lapso del 2018, a 2.37 millones de vehículos; también marcó su séptimo mes al hilo de bajas.
“Con base en la situación actual que viven los mercados accionarios veo poco probable en el corto y mediano plazo que los índices logren superar sus máximos históricos”, comentó Heriberto Sandoval, asesor en inversiones independiente. “Veo más probable que haya ajustes de hasta 10%”.
Por el momento, en Estados Unidos los principales índices accionarios, el S&P 500, el Promedio Industrial Dow Jones y el NASDAQ Composite, presentan alzas doble dígito.
Incluso desde el punto vista técnico, el S&P 500 recuperó su tendencia alcista que venía desarrollando de 2016
dijo Víctor Cortes, analista técnico de Banorte Casa de Bolsa.
Comentó que, la velocidad con la que se han recuperado los índices desde sus caídas de más de 10% en el último trimestre del 2018 puede orillarlos a una baja que sirva como impulso y los perfile a buscar nuevos máximos, pero eso se avizora en el mediano plazo.
La última vez que el NASDAQ Composite estableció un máximo histórico fue a finales de agosto del 2018, un mes después lo hizo el S&P 500, y en octubre el Dow Jones.
México, desfasado
El mercado accionario mexicano tiene sus propios temas, fundamentales y técnicos, además de las tensiones internacionales.
En la parte fundamental, la debilidad en el consumo de los mexicanos y las reacciones de los inversionistas ante las diferentes políticas públicas pueden provocar más episodios de volatilidad
dijo Alejandro Ascencio, analista de Grupo Bursamétrica.
Por su parte, Heriberto Sandoval dijo que a esto se suma el riesgo latente de una posible baja de la calificación crediticia del país, que en un escenario adverso implicaría salidas de capitales y mayores tasas de interés.
Pemex, una empresa clave para el país, sufrió a finales de enero una baja en su calificación por parte de Fitch Ratings, dejándola cerca de perder el grado de inversión.
En la parte técnica, que el S&P/BMV IPC principal índice de la Bolsa Mexicana de Valores, cotice por debajo del promedio móvil de 200 observaciones no apoya la idea que el índice se acerque a los 50,000 puntos, de acuerdo con Cortes.
La última vez que el IPC marcó un récord fue a finales de julio del 2017, cuando marcó los 51,713.38 puntos.