Generación Z vuelve a las tiendas físicas y pone a prueba a los minoristas en Navidad
La Generación Z cuenta con un comportamiento de consumo distinto al de sus predecesoras, lo que la ha llevado a convertirse en todo un enigma que los minoristas esperan descifrar durante esta temporada navideña.
Si bien los nacidos entre 1997 y 2012 son nativos digitales, su atracción por las tiendas físicas es algo que se espera se manifieste durante estos días festivos. De acuerdo con la encuesta “Perspectivas Navideñas 2025”, realizada por PwC, 37% de los compradores asistirá a un local este 2025, cifra muy por encima del 27% registrado en 2024.
Las razones para apostar por esta modalidad de compra son diversas, y si bien sobresale el tocar y ver los productos, también está la motivación de disfrutar de los escaparates navideños, el ambiente de las tiendas y buscar alguna promoción.
Esta predilección por adquirir productos en tienda no descarta del todo al comercio electrónico. Las plataformas digitales se han convertido en una herramienta de búsqueda de productos y para comparar precios, lo que concluye en una transacción en los locales físicos.
Minoristas deben aprovechar las oportunidades
Aunque PwC señaló que no existe una forma universal para conocer la forma de comprar de la Generación Z, sí hay algunos patrones en lo que prefieren adquirir y las experiencias que están buscando.
Los puntos clave al momento de realizar algún gasto son el presupuesto y el discernimiento. Aunque no se encuentran negados a la adquisición de algún producto con precio elevado, sí requieren que éste les cuente una historia de sostenibilidad, exclusividad, artesanía o validación social.
Si bien los minoristas y algunas generaciones han visto a las imitaciones como productos de poca confianza, la Generación Z los percibe como compras inteligentes. Son adquisiciones de gran apoyo para los bolsillos.
Las claves para llegar a los nuevos consumidores no se encuentra únicamente en bajar los precios, sino en ofrecer un valor que se sienta intencional y no únicamente como un sobrante. Los lanzamientos limitados, las colaboraciones con marcas y las opciones basadas en el diseño son una buena opción, de acuerdo con el estudio.
Pero para ser efectivos la velocidad juega un papel fundamental. En este sentido, se requieren modelos de comercialización flexibles semanalmente, previsiones que se adapten en tiempo real y estrategias de precios basadas en lo que la Generación Z realmente valora.
¿Qué compra la Generación Z?
De cara a las fiestas decembrinas, el 82% de los jóvenes tienen contemplado apostar por productos menos costosos; mientras que el 63% se inclinará por artículos vintage o reciclados. La decisión no solo está sustentada en el ahorro, sino que es reflejo de una generación que apuesta por la relevancia por encima del reconocimiento.
Si bien el ahorro en ciertos productos es importante para la Generación Z, ello no necesariamente implica que estén gastando menos en lo general, simplemente están reasignando los gastos cotidianos para realizar algún gasto mayor en algo más significativo.
PwC detectó que los productos y servicios en los cuales se están reduciendo los gastos son el comer fuera de casa o comida para llevar; compras de ropa, alcohol, eventos, artículos de alto valor y servicios de streaming.

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