El 6 de enero WhatsApp sorprendió con un mensaje con el que notificó a algunos usuarios sobre la actualización de Condiciones y Política de Privacidad que entrará en vigor el próximo 8 de febrero. De no aceptar, la cuenta de WhatsApp será eliminada. 

Las actualizaciones establecen que WhatsApp ahora compartirá información con otras compañías de Facebook con fines publicitarios. Esto sucederá incluso si los usuarios no tienen una cuenta de Facebook o si nunca han usado Facebook. 

La información que se compartirá está relacionada con aspectos de identidad y la de contactos, es decir, acceder al perfil, números de contactos, ubicación e información bancaria si se usa la app como medio de pago. 

Tras el anuncio han surgido críticas y recomendaciones sobre dejar la app de mensajería y migrar a otras alternativas que son más responsables con la privacidad como Telegram, Signal, Wire. Sin embargo, en el contexto de los usuarios mexicanos no resultaría tan fácil el abandonar WhatsApp de un día para otro debido a la tasa de penetración en el uso y a las distorsiones de la neutralidad de la red.   

No resulta tan sencillo para una persona de a pie el querer migrar todas sus comunicaciones a algunos otros servicios con los que esté más conforme en el manejo de sus datos porque las condiciones económicas y de conectividad no se lo permiten tan fácilmente

 Pepe Flores, vocero de la organización R3D

Hasta principios de 2020, WhatsApp era utilizada por 77 millones de usuarios mexicanos, además de que México es uno de los cinco países en los que más se usa la app junto con Estados Unidos, Brasil, India e Indonesia, según datos de Statista.

Aunado a su elevada penetración en el país, romper la hegemonía de WhatsApp también es complicado porque está exenta del pago de datos en la mayoría de los operadores móviles, de acuerdo con Flores. 

Esto se le conoce con tarifa cero, la cual se señaló en la campaña <Salvemos Internet>, lanzado en febrero de 2020, con el fin de defender la neutralidad de la red, la cual es definida como el principio por el cual los proveedores de acceso a Internet (PAI) –como Telmex, Izzi o AT&T– deben transportar el tráfico de datos sin bloquear, favorecer o perjudicar a ciertas aplicaciones, contenidos o servicios.

Lo anterior, se resume en la libertad de los usuarios para elegir qué servicios y aplicaciones usar.  

De acuerdo con Flores, hay evidencia que muestra que la adopción de estos planes de redes sociales gratuitas tienen tres principales efectos:

– Desincentiva que los propios proveedor bajen el costo de acceso por mega

– Se elijan ganadores y perdedores. Casi siempre los criterios que utilizan los operadores son de popularidad, porque WhatsApp, Facebook y Twitter son de uso popular

– Se generen cada vez más cámaras de eco, por ejemplo, las personas que reciben cadenas con información falsa no puede corroborar esa información porque tendrá un costo 

Consentimiento forzado

El abandonar la app de mensajería no será la primera opción para todos los usuarios mexicanos. No al menos al plantearles un “consentimiento forzado”.

La idea de consentimiento para las empresas es que la han buscado como un todo o nada, un tómalo o déjalo. Te pongo políticas de privacidad y tú les das aceptar o cancelar. Ahí hay una especie más de coerción, porque no podemos negar que muchas dimensiones de la vida de las personas pasa por las redes sociales

 

 Pepe Flores

Flores considera complicado pedirle a una persona que tiene un pequeño comercio en Facebook o que necesita comunicarse con su familia por medio de WhatsApp que rompa con esas aplicaciones y genere una red alterna de comunicación 

“Lo ideal sería que existiera una diversificación en estos servicios y que justamente tuviéramos la capacidad de elegir de acuerdo a las cosas que consideramos mucho más afines a la protección de datos”, dijo el vocero de R3D. 

Facebook, señalado como monopolio 

El gobierno de Estados Unidos intenta deshacer el monopolio en el que se ha convertido Facebook al poseer las aplicaciones más descargadas y usadas a nivel mundial como son Facebook Messenger, WhatsApp e Instagram.

En diciembre de 2020, la Comisión Federal de Comercio (FTC por sus siglas en inglés) presentó una demanda contra el gigante tecnológico, alegando que ha estado funcionando ilegalmente como un monopolio y se ha involucrado en un comportamiento anticompetitivo para mantener su dominio en la industria de las redes sociales. 

La FTC cita la adquisición de Instagram por parte de Facebook en 2012, la adquisición de WhatsApp en 2014 y las restricciones a los desarrolladores de software como ejemplos de comportamiento monopolístico que ha sofocado a los competidores potenciales. 

“La acción de aplicación de hoy tiene como objetivo restaurar la competencia en esta importante industria y proporcionar una base para que los futuros competidores crezcan e innoven sin la amenaza de ser aplastados por Facebook”, dijo Ian Conner, director de la Oficina de Competencia de la FTC, en un comunicado.

La FTC comentó en su queja que los investigadores habían acumulado una cantidad sustancial de evidencia para respaldar sus acusaciones, incluidos los intentos de adquisición de Twitter por parte de Facebook, el testimonio de competidores como Snapchat y una gran cantidad de correos electrónicos internos.

En uno de esos correos electrónicos, de 2008, el CEO de Facebook,  Mark Zuckerberg escribió, “es mejor comprar que competir”.