Uber logró reducir significativamente sus pérdidas netas a 108 millones de dólares en el primer trimestre del año, frente a los 2,936 millones que perdió en el mismo periodo de 2020 y los 968 millones del trimestre inmediato anterior.
Sin embargo, esta mejoría se debió en gran parte a los 1,600 millones de dólares que obtuvo por vender ATG, su división de desarrollo y comercialización de tecnologías de conduccción autónoma, de acuerdo con CNBC.
La pérdida operativa de la compañía se mantuvo elevada, en 1,524 millones de dólares, respecto a los 1,263 millones en el primer trimestre de 2020.
Los ingresos durante el periodo fueron de 2,900 millones de dólares, 10.6% inferiores al periodo enero-marzo de 2020 y contra los 3,290 millones de dólares esperados por analistas encuestados por Refinitiv.
El negocio de entrega de comida a domicilio, que ha ayudado a la compañía a sortear la caída en movilidad dutrante la pandemia, volvió a superar al de viajes.
Uber obtuvo 6,773 millones de dólares por reservas brutas de viajes, 38% menos que en los primeros tres meses de 2020, mientras Uber Eats le dio 12,461 millones de dólares en reservas brutas, 166% más que el año previo.
Las reservas brutas son el valor en dólares, incluyendo tarifas, impuestos y pagos de peaje, de los viajes o entregas. No incluye tarifas.
El CFO de la compañía, Nelson Chai, dijo en conferencia con inversionistas que las comparaciones de reservas brutas año con año del negocio de delivery “se volverán más difíciles a medida que seguimos enfrentándonos a una incertidumbre significativa en las previsiones y a las publicaciones de predicción que reabrirán el comportamiento del consumidor”.
En tanto, Dara Khosroshahi, CEO de Uber, consideró que la empresa comienza a ver “la luz al final del tunel”, a medida que más usuarios “viajan con nosotros nuevamente mientras continúan utilizando nuestras creciente ofertas de entrega”.
Con información de CNBC