Uber perdió un fallo de la Corte Suprema del Reino Unido sobre los derechos de sus conductores, en una decisión histórica que golpea la gig economy

Los jueces dictaminaron unánimemente que los conductores de Uber son “trabajadores” con derechos como salario mínimo, pago por vacaciones y descansos. 

Ante la decisión de la Corte, las acciones de Uber cayeron hasta 1.5% en las primeras operaciones en Nueva York, aunque a las 10:10 am (hora de Ciudad de México) se recuperan y avanzan 1.25%.

El tribunal rechazó el argumento de Uber de que simplemente actuó como un agente de reservas para conductores y señaló que la empresa no tendría medios para cumplir con sus obligaciones contractuales con los pasajeros (ni cumplir con sus obligaciones reglamentarias como operador de vehículos de alquiler privados con licencia) “sin ya sean empleados o subcontratistas para que le realicen servicios de conducción”.

El tribunal también sopesó cómo opera el negocio de Uber a la luz de la ley laboral del Reino Unido que establece un estado de ‘trabajador’, una clasificación que no es ni empleado ni autónomo, considerando otra jurisprudencia y el detalle de la relación de los conductores con Uber en el futuro a su interpretación de la legislación.

Aunque son libres de elegir cuándo y dónde trabajaron, en momentos en que están trabajando, los conductores trabajan para y bajo contratos con Uber (y, específicamente, Uber Londres)

 escribió el tribunal

Londres, según Bloomberg, es uno de los mercados más grandes de Uber, con 45,000 conductores y 3.5 millones de personas que utilizan la aplicación una vez cada 90 días.

De acuerdo con TechCrunch, Uber enfatizó que la reclasificación de trabajadores que se deriva de este juicio se aplica a un grupo específico de conductores de Uber que presentaron el reclamo, muchos de los cuales dijeron que ya no conducen en su aplicación.

También señaló factores que el tribunal había sopesado y que, según dijo, ya no se aplican, por ejemplo, que ha cambiado su aplicación para que los conductores vean el destino y el precio del viaje; y también alegando que desde 2017 no ha habido repercusión por rechazar múltiples viajes consecutivos.

Uber agregó que lanzaría una consulta a nivel nacional con todos los conductores activos del Reino Unido, en busca de opiniones para alimentar su cabildeo sobre las condiciones laborales.

La decisión se contrapone con el fracaso de la Propuesta 22, en California, que pedía a las aplicaciones de entregas y viajes compartidos dar algunos beneficios laborales a los llamados ‘socios’.

Las grandes tecnológicas invirtieron más de 200 millones de dólares en publicidad en contra de la medida, que finalmente fue rechazada en las urnas en noviembre.