La aplicación de mensajería empresarial Slack presentó una demanda antimonopolio contra Microsoft en la Unión Europea (UE) en la que acusa al gigante del software de abusar de su dominio, de acuerdo con The Wall Street Journal.

La denuncia presentada ante la Comisión Europea, el principal regulador de la competencia de la UE, acusa a Microsoft de intentar ahogar a la competencia en su esfuerzo por introducir herramientas de colaboración en el lugar de trabajo, vinculando el software de sus equipos a Office.

Slack Technologies, que suministra su aplicación de mensajería así como un centro para otras aplicaciones de colaboración empresarial, alega que Microsoft obliga a las empresas a instalar Teams y bloquea su eliminación, lo que hace imposible ciertos tipos de interoperabilidad.

La empresa pide a la UE que obligue a Microsoft a vender Teams como un producto independiente, en lugar de combinarlo con Office.

Por su parte, Microsoft se comprometió a ofrecer a sus clientes una variedad de opciones, además de abrir la puerta a proporcionar información adicional a la Comisión Europea.

El regulador europeo recibió la queja de Slack contra Microsoft para evaluarla bajo sus procedimientos estándar, reveló un portavoz de la Comisión Europea.

En el pasado, ese tipo de quejas han dado lugar a investigaciones formales.

La investigación

La denuncia es la última de varias que se han hecho junto a investigaciones abiertas tanto en la Unión Europea como en Estados Unidos, que acusan a grandes empresas de tecnología de abusar de su supuesta posición dominante.

Frecuentemente se cuestiona si las empresas que operan grandes plataformas de internet para otras compañías, incluyendo Apple, Google de Alphabet y Amazon han abusado de ese poder para dar preferencia a sus propios productos.

El mes pasado, la UE abrió investigaciones formales sobre el supuesto abuso de Apple del dominio de su App Store, incluyendo una que se basó en una denuncia de Spotify Technology en 2019.

Al mismo tiempo, el escrutinio de las grandes empresas de tecnología también está en un punto alto en Estados Unidos. El Departamento de Justicia, la Comisión Federal de Comercio y el Congreso están investigando a las grandes empresas de tecnología sobre posibles asuntos antimonopolio.

El mercado de los programas de colaboración en el lugar de trabajo, como Slack and Teams, se ha vuelto particularmente difícil de manejar durante la pandemia de COVID-19, que ha obligado a decenas de millones de personas a trabajar desde sus casas.

Otras empresas que luchan por el mercado son Google, Facebook y Zoom.

En su pronunciamiento, Microsoft dijo que debido a la pandemia “el mercado ha acogido a Teams en cifras récord, mientras que Slack sufrió por su ausencia de videoconferencia”.

Los ejecutivos de Slack aseguraron que la compañía constituye una amenaza competitiva para Microsoft al ofrecer acceso interoperable a un ecosistema de herramientas basadas en la nube, incluyendo la videoconferencia.

Asimismo, Slack reveló que ha discutido sus quejas sobre Microsoft con los reguladores en Estados Unidos y otros lugares durante algún tiempo, aunque la conducta de la firma fundada por Bill Gates se ha agravado en los últimos meses.

Su decisión de presentar una queja primero en la UE en lugar de Estados Unidos, donde tanto Slack como Microsoft tienen su sede, se debe en parte a la agresiva persecución por parte de la UE de los casos antimonopolio contra las empresas estadounidenses.

Sin embargo, para Slack no es el único motivo. La firma reveló también que la UE descubrió que la distribución de un producto a una oferta dominante puede violar el derecho de la competencia, un precedente establecido en parte por un caso que involucra a Microsoft.

Los antecedentes

Si bien últimamente Microsoft ha sido menos objeto de investigaciones sobre la competencia que otras empresas de tecnología, una vez estuvo en la mira tanto de los Estados Unidos como de la Unión Europea.

En los años 90, el gobierno de los Estados Unidos demandó a Microsoft por prácticas monopólicas por haber utilizado supuestamente el dominio de Windows para frenar la competencia en el floreciente mercado de los navegadores, un pleito en el que finalmente las dos partes llegaron a un acuerdo.

En la UE surgieron quejas similares hace dos décadas relacionadas con la vinculación de Microsoft de su reproductor multimedia interno con el sistema operativo Windows.

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Entonces, la UE multó a Microsoft con un total de 2,200 millones de euros (alrededor de 2,500 millones de dólares) en la UE entre 2004 y 2013.

Además, se vio obligada a lanzar una versión especial de Windows sin su reproductor de medios, aunque se vendieron pocas copias.