El plan de Samsung de fabricar 20% de su producción de teléfonos inteligentes en China el próximo año podría ayudarle a competir con rivales de bajo costo como Huawei y Xiaomi, pero se trata de una estrategia que entraña muchos riesgos, según ejecutivos cercanos al proceso.
Samsung Electronics cerró en octubre su última fábrica de teléfonos inteligentes de la empresa en China y ahora está trasladando silenciosamente la producción de algunos modelos del Galaxy A a firmas como Wingtech, que son poco conocidos fuera de China.
Samsung ha revelado poco sobre los volúmenes en juego, pero fuentes consultadas dicen que el gigante tecnológico surcoreano planea entregar el próximo año unos 60 millones de teléfonos fabricados en China por los así llamados fabricantes de diseño original (ODM), de un total de alrededor de 300 millones de dispositivos.
Menores costos
Wingtech y otros ODM fabrican teléfonos para múltiples marcas – incluyendo Huawei, Xiaomi y Oppo – dándoles las economías de escala para mantener bajos los costos, y estos ágiles proveedores pueden desarrollar y producir teléfonos con menores gastos velozmente.
La empresa de análisis Counterpoint afirma que los ODM pueden adquirir todos los componentes necesarios para teléfonos inteligentes de entre 100 y 250 dólares por un precio entre un 10% y un 15% inferior al de las principales marcas que tienen sus propias fábricas en China.
Una fuente de la cadena de suministro dijo que Wingtech puede conseguir algunas piezas con un descuento de hasta 30% respecto de lo que paga Samsung Electronics en Vietnam, donde tiene tres fábricas que producen teléfonos inteligentes, televisores y electrodomésticos.
Wingtech comenzó a fabricar tabletas y teléfonos para Samsung en 2017, representando el 3% de sus teléfonos inteligentes. Se espera que este año alcance el 8%, o 24 millones de unidades, según IHS Markit.
Los planes de Samsung incluyen la fabricación de la serie Galaxy A de gama baja y media, y Wingtech participa tanto en el diseño como en la producción, según fuentes consultadas. El precio del A6S, uno de los modelos a subcontratar, inicia en 1,299 yuanes (185 dólares) en China.
Calidad, en riesgo
Los críticos de la estrategia de Samsung dicen que corre el riesgo de perder el control de la calidad y socavar su experiencia en la fabricación al subcontratar a terceros, e incluso puede ayudar a sus rivales dándoles a los contratistas el volumen adicional que necesitan para reducir aún más los costos para todos.
Samsung no puede permitirse otra crisis de calidad. Desechó su emblemático Galaxy Note 7 en 2016 después de que se supiera que estos costosos teléfonos se incendiaban, retrasando este año el lanzamiento de su teléfono plegable después de que se identificaran defectos en la pantalla.
Pero ante los reducidos márgenes para los teléfonos inteligentes de bajo costo, personas familiarizadas con la estrategia de Samsung dicen que no le queda más remedio que seguir a sus competidores y utilizar los ODM chinos para reducir los costos.
“Esta es una estrategia inevitable más que una buena estrategia”, dijo una fuente con conocimiento de las operaciones chinas de Samsung.
La empresa dijo en una declaración que ha estado confeccionando líneas limitadas de teléfonos inteligentes fuera de sus propias plantas para ampliar su cartera existente y “asegurar una gestión eficiente en el mercado”.
La empresa no quiso precisar cuántos teléfonos Samsung son fabricados por los ODM y dijo que aún no se habían determinado los volúmenes futuros. Wingtech no respondió a una solicitud de comentarios.
Una fuente cercanas a los procesos de Samsung y los ODM chinos dijo que los proveedores ahorran dinero al eliminar algunos pasos en la fabricación, lo que podría plantear problemas de calidad. Esta fuente no quiso dar más detalles.
Con ello en mente, Samsung ha estado vinculando a proveedores de componentes de Corea del Sur con contratistas chinos para mantener un control de calidad más estricto, dijo la fuente.
“Entendemos que la lógica de aumentar el volumen de producción con contratistas chinos es una decisión comercial estratégica, pero eso no significa que todos estemos contentos con ella”, dijo un ejecutivo de un proveedor de componentes coreano.
Samsung dijo a Reuters que ha aplicado los mismos controles de calidad y estándares que con todos sus otros dispositivos, y añadió que estaba comprometida con la entrega de productos de alta calidad.
La batalla contra Huawei
“Es crucial reducir los costos para mantener la competitividad con Huawei y otros fabricantes de teléfonos chinos”, dijo un miembro de Samsung que no quiso ser identificado.
Los teléfonos que fabrique Wingtech se dirigirán principalmente al sudeste asiático y a América del Sur, dijo una fuente. Samsung está ganando cuota en ambos mercados a expensas de Huawei, que está padeciendo las sanciones estadounidenses que le impiden poner todos los servicios de Google en los teléfonos nuevos.
Aunque Samsung quiere seguir siendo el líder mundial del mercado de teléfonos inteligentes, algunos analistas temen que no valga la pena el riesgo, dado que las ganancias en el negocio de los teléfonos económicos son escasas para todos.
“Los teléfonos de gama baja son un dolor de cabeza para Samsung”, dijo CW Chung, jefe de análisis de Nomura en Corea. Chung dijo que ahora eran productos básicos y que no tenía sentido hacerlos en las plantas propias. Pero tanto él como otros expertos dijeron que si Samsung daba más volumen a los ODM, podrían reducirse aún más los costes de los contratistas y aumentar su experiencia y conocimientos.
“Si las empresas ODM se vuelven más competitivas, los rivales serán más competitivos”, dijo Tom Kang, analista de Counterpoint, quien agregó que una vez que una empresa pierde su experiencia en la fabricación de teléfonos de gama baja mediante la subcontratación, es difícil recuperar el conocimiento.
Las diferencias con Apple y Foxconn
Chung dijo que el cambio estratégico de Samsung indica la disminución de la capacidad de fabricación de la compañía, que en su día fue un fabricante asiático de bajo costo y que ahora es el mayor productor mundial de bienes de consumo eléctrico de gama alta.
El competidor estadounidense Apple subcontrata la producción a la taiwanesa Foxconn Technology, que tiene fábricas en China, pero Apple sigue diseñando sus teléfonos en California.
Samsung dijo en una respuesta enviada por correo electrónico que participará en la supervisión del diseño y desarrollo de teléfonos inteligentes producidos por los ODM.
Históricamente, Samsung ha diseñado y producido casi todos sus teléfonos internamente en grandes fábricas en Vietnam y, más recientemente, en India, al tiempo que ha reducido la producción en Corea del Sur y China, donde la mano de obra cuesta más.
Sin embargo, Roh Tae-moon, el ejecutivo más joven en convertirse en presidente de Samsung Electronics, está defendiendo la nueva estrategia ODM en su papel de número dos en la división de móviles, dijeron dos fuentes conocedoras del proceso.
Otras empresas coreanas también han optado por la externalización. LG Electronics, cuyos teléfonos inteligentes han estado perdiendo dinero durante varios años, ha dicho que planea expandir su producción de ODM de modelos baratos a teléfonos de precio medio.
“Los teléfonos inteligentes se han convertido en una batalla por los costos. Ahora es un ejercicio de supervivencia”, dijo Kim Yong-serk, exejecutivo de móviles de Samsung que ahora es profesor de la Universidad Sungkyunkwan de Corea del Sur.