La demanda antimonopolio interpuesta contra Google por el Departamento de Justicia de Estados Unidos recibirá la atención que necesita para prosperar si el demócrata Joe Biden gana las elecciones del 3 de noviembre, según varios especialistas.
William Kovacic, abogado y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad George Washington, cree que, en caso del triunfo del demócrata, el Departamento de Justicia de Biden hará una de estas dos cosas: apoyar el proceso hasta el final o enmendar la demanda para añadir nuevas reclamaciones.
Lo que no harán es olvidarse del caso
explicó Kovacic.
El Departamento de Justicia pidió el martes a un tribunal que investigara si Alphabet, empresa matriz de Google, había violado la ley antimonopolio para mantener su dominio en el mercado de la búsqueda en internet. Google, por su parte, niega haber incumplido la ley.
Mientras que la campaña de Biden declinó hacer comentarios sobre la demanda, el portavoz, Bill Russo, dijo que la administración de Biden trabajaría estrechamente en temas relacionados con las grandes tecnológicas con el representante David Cicilline, cuyo panel en la Cámara de Representantes elaboró un informe por el que se acusaba a Google de usar tácticas comerciales agresivas para obstaculizar a la competencia.
Russo añadió que la administración Biden se comprometería a hacer “mucho más para asegurar que el excesivo poder de mercado de cualquier empresa (…) no perjudique a las familias y los trabajadores de Estados Unidos”.
Google y sus múltiples problemas en todo el mundo.
Herbert Hovenkamp, que imparte clases sobre competencia en la Facultad de Derecho Carey de la Universidad de Pensilvania, apunta que la demanda federal -que se centra en el dominio de Google en la búsqueda en línea y la publicidad derivada de esa búsqueda- se ampliará con Biden como presidente.
Lo más prudente es presentar tantos cargos como sea posible de forma plausible
apuntó Hovenkamp.
También es posible, no obstante, que el equipo de Biden esté dispuesto a considerar la posibilidad de llegar a un acuerdo con Google, algo que la administración Trump no ha intentado hacer. Pero este escenario sólo sería posible en caso de que el hipotético gobierno demócrata logre importantes compromisos por parte de la empresa tecnológica.