Platzi, una startup colombiana que salta de Silicon Valley para reforzar la educación online en México

Platzi, una startup colombiana que salta de Silicon Valley para reforzar la educación online en México

La educación en línea en México, mejor conocida como ed-tech, tiene una nueva opción con una startup latina que pretende reforzar el sector en el país.

Se trata de Platzi, emprendimiento colombiano creado en 2013 en Bogotá por Freddy Vega y el guatemalteco Christian Van Der Henst, quienes lograron escalar el proyecto hasta Silicon Valley.

Desde marzo de este año, Platzi cuenta con oficinas en Ciudad de México: tienen dos estudios de grabación para crear nuevos cursos en línea y un auditorio para realizar encuentros con la comunidad mexicana.

Platzi es como una bocanada de aire fresco para el ecosistema emprendedor mexicano, que recibió una sacudida en octubre del año pasado con Yogome, la startup de ed-tech considerada promesa del sector que cerró definitivamente sus operaciones por un posible fraude de sus fundadores, a siete meses de levantar la ronda de inversión más importante de su historia.

Platzi acaba de recibir una nueva ronda por seis millones de dólares, con la que pretende reafirmar su presencia en el mercado mexicano y abrir operaciones en Brasil y España.

Quizá puede haber heridas sensibles en la industria de la tecnología, el emprendimiento y educación. Lo que nosotros estamos haciendo al poner un pedazo muy grande de nuestra serie A quiere decir que nosotros creemos que aquí hay un espacio y que el talento sumado con una ideología puede potenciar la economía de México

César Fajardo, director de comunicación para Platzi en México

Su paso por Silicon Valley

Dos años antes de crear la startup, Vega y Van Der Henst lanzaron la plataforma de enseñanza en línea llamada Mejorando.la. Pero en 2013, con el objetivo de que sus cursos tuvieran alcance mundial, lanzaron Platzi y escalaron el negocio a Silicon Valley.

En diciembre de 2014 fue una de las 114 empresas seleccionadas de entre 5,600 solicitudes por la Y Combinator, para participar en un programa de tres meses de asesoría e inversión.

Así, Platzi se convirtió en la primera empresa de origen latino en ser admitida en una de las aceleradoras más importantes de la bahía de San Francisco.

Tuvieron que pasar cuatro años para que Foundation Capital, que en años anteriores apostó por otras empresas con gran potencial como Netflix o Rappi, eligiera a Platzi para inyectarle los seis millones de dólares.

Fajardo comenta que a partir de la inversión pensaron en dónde enfocar estos esfuerzos. Así fue como planearon reforzar la experiencia que tienen en México y entrar a dos mercados que les parecen muy importantes: Brasil y España debido a las necesidades de un mercado que demanda un personal cualificado con herramientas actualizadas. Piensan que el inicio de operaciones en estos países pueden ayudarles a crecer en la materia hasta 300%.

Impulso a startups mexicanas

Platzi no llega por primera vez a México, ya tenía presencia en el país desde 2016. Solo abre oficinas en CDMX, que también servirán para tener una mayor cercanía con la comunidad de emprendedores mexicanos.

“En México siempre nos han abrazado. No me gusta decir que llegamos, porque lo que estamos haciendo es reforzar y apostar por la industria de la tecnología y la educación en el país”, explica Fajardo.

La plataforma también está enfocada en desarrollar a la nueva generación de emprendedores.

Al ser una de las primeras startups latinas que migró a escala global, consideran que tienen la experiencia y responsabilidad de compartir con jóvenes emprendedores el cómo recibieron una inversión de Silicon Valley y el apoyo de Y Combinator.

Platzi también se ha enfocado a cómo ayudar a crear mejores trabajos y lo hemos hecho junto a empresas como Rappi y Grin, startups con las que hemos recorrido este camino de la mano. Queremos demostrar que desde Latinoamérica se pueden exportar servicios de tecnología de forma global

Según Platzi, gracias a la plataforma, el 70% de sus estudiantes duplicó su salario en un año con una inversión de menos de un dólar al día, ya que se pueden acceder a más de 300 cursos en línea con una suscripción que cuesta menos de un dólar por día.

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