Oracle anunció este viernes que mudó su sede de Redwood, California, a Austin, Texas, la última de una lista de tecnológicas que abandona Silicon Valley.

La pandemia de COVID-19 impulsó el teletrabajo, llevando a muchas empresas a reconsiderar su estancia en California, que implica altos costos operativos e impuestos, además del alto costo de vida para los empleados y los largos viajes de sus hogares a los lugares de trabajo, explica Bloomberg.

Según los documentos presentados por Oracle, los empleados ahora podrán escoger entre varias oficinas en Estados Unidos y si trabajan desde casa de manera parcial o total.

Oracle mantendrá oficinas en Santa Mónica, California; Seattle; Denver; Orlando, y Burlington, Massachussetts.

“Creemos que estos movimientos posicionan de la mejor manera a Oracle para crecer y proveen a nuestro personal con más flexibilidad acerca de dónde y cómo trabajan”, dijo la compañía.

El éxodo de California

Hewlett Packard Enterprise, una escisión de HP, dijo a inicios de mes que dejará California para mover su sede a Texas, mientras que a inicios de la semana, Elon Musk anunció que se había mudado de Silicon Valley a Texas.

“Tiene demasiada influencia en el mundo. Creo que veremos una reducción en la influencia de Silicon Valley”, dijo Musk al WSJ.

Palantir, fundada en California, trasladó su sede a Denver, Colorado este año. El CEO y cofundador de la firma, Alex Karp, vinculó la partida con lo que él dice es una visión en Silicon Valley que está fuera de contacto con los principios estadounidenses y las necesidades sociales. El otro cofundador, Joe Lonsdale, se mudó a Austin hace unos meses.

En California, el impuesto sobre la renta alcanza un máximo del 13.3% para montos superiores a un millón de dólares anuales, el más alto del país y las ganancias de capital se gravan a una tasa similar.

Los habitantes de la entidad se sienten aliviados, pues según ellos los empresarios de la tecnología aumentaron el costo de vida.