Por Haris Anwar

Cuando Microsoft (NASDAQ:MSFT) publique el miércoles sus resultados del cuarto trimestre del año fiscal 2020, tendrá mucho que demostrar sobre su dominancia en el entorno económico pospandémico.

Desde que el COVID-19 obligara a muchos trabajadores de oficina a permanecer confinados en sus hogares a partir de marzo, la demanda de infraestructura en la nube, comunicaciones, CRM y herramientas de productividad de Microsoft se ha disparado. Pongamos como ejemplo Teams, el paquete de herramientas de colaboración en el trabajo de Microsoft.

Sólo durante mayo, los visitantes únicos de la plataforma aumentaron 943% frente al mismo periodo del año anterior, según un informe reciente de Goldman Sachs (NYSE:GS) que cita datos de Comscore. Microsoft ha informado de 75 millones de usuarios activos diarios de Teams en su última presentación de resultados en abril, más del triple del recuento de solo tres meses antes.

La computación en la nube, que había sido un impulsor de ganancias incluso antes de la pandemia, está ganando aún más fuerza a medida que las empresas invierten en infraestructura informática para apoyar a los empleados que trabajan en remoto. En el último informe de resultados, los ingresos de MSFT del segmento de la nube aumentaron 59%.

Impulsadas por esta fortaleza empresarial, las acciones del gigante del software con sede en Redmond, Washington, han tenido una increíble racha en lo que va de 2020. Los inversionistas impulsaron las acciones tras observar un crecimiento explosivo de las ventas en el primer trimestre.

Actualmente, Microsoft es la empresa más valorada del mundo, con una capitalización de mercado de alrededor de 1.6 billones de dólares. Las acciones ya han subido alrededor de 30% este año, tras reportar previamente a los accionistas un rendimiento de alrededor del 60% en 2019. 

Aceleración de la digitalización

La gran pregunta para los inversionistas ahora es ¿hasta dónde puede llegar este repunte? Con casi 33 veces más ganancias a plazo, las acciones de Microsoft se venden con una prima en comparación con muchas de las principales acciones tecnológicas. También llevan el múltiplo más alto que las acciones hayan mostrado en más de 15 años.

En nuestra opinión, las tendencias que han respaldado las acciones de Microsoft durante los cinco años han recibido un impulso adicional durante la pandemia, a medida que la digitalización de la economía mundial se ha acelerado. Esto se traduce en una mayor demanda de productos y servicios de la empresa.

El segmento de la computación en la nube por sí solo, según los ejecutivos de Microsoft, es lo suficientemente grande como para impulsar el crecimiento de los ingresos de la compañía durante los próximos tres a cuatro años.

El sólido dividendo de Microsoft y su excelente historial de pagos, junto con el impulso empresarial de la computación en la nube, contribuyen al atractivo de las acciones. Desde 2004, cuando el gigante tecnológico comenzó a pagar dividendos, su pago se ha multiplicado por más de cuatro. Actualmente, su rendimiento anual es del 1.09% con un pago trimestral de 0.51 dólares por acción. Y lo que es aún más tranquilizador: su relación de pago es un escasísimo 34.67%, lo que indica que todavía hay un montón de margen para futuros aumentos de dividendos.

En conclusión

Creemos que el impulso de las ganancias de Microsoft continuará mientras siga expandiendo su cuota de mercado en nuevas áreas de la economía digital, manteniendo además su posición de liderazgo con sus consolidados productos de software como Windows y Office.

Esta duradera ventaja ayudará a la compañía a lograr un crecimiento sostenido de dos dígitos de los ingresos, el beneficio por acción y el flujo de caja libre, lo que convierte sus acciones en una opción tecnológica fiable para poseer a largo plazo.

La nota Microsoft: la creciente demanda por el COVID-19 aviva ventas por Investing.mx