La inteligencia artificial (IA) se ha ido desarrollando de forma más rápida en los últimos años, sin embargo, no se sabe si esto es una buena o mala noticia, ya que existe una incógnita sobre el manejo que se le puede dar.
En Silicon Valley, hay un grupo importante que consideran que el avance tecnológico no es precisamente lo mejor, debido a que un mal uso podría poner en peligro a la humanidad. Pero también hay quienes piensan que esta herramienta llevará a la sociedad a un futuro prácticamente utópico.
Sam Altman, CEO de OpenAI, se encuentra en el último grupo, situación que no es de extrañar al considerar que el desarrollo de esta tecnología es el principal negocio de su compañía, a la cual le han llegado los reflectores gracias al ChatGPT.
En contraste, el teórico de IA, Eliezer Yudkowsky, es uno de los principales detractores de este desarrollo tecnológico al considerar que podría estar “desalineada” con los valores de la humanidad y por tanto buscaría ponerle fin.
Por ello, buscó convencer a Elon Musk de tomar en serio el desarrollo de IA cuando cofundó OpenAI como una organización sin fines de lucro con Altman en 2015.
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Desarrollo de OpenAI
En los últimos años, OpenAI ha adoptado un modelo con fines de lucro y ha producido una tecnología de IA más grande, más rápida y más avanzada.
Asimismo, la firma se ha hecho de inversiones por miles de millones de dólares, al tiempo que Altman ha aplaudido el progreso hacia la inteligencia artificial general (AGI, por sus sigla en inglés).
Habrá momentos aterradores a medida que avanzamos hacia sistemas de nivel AGI e interrupciones significativas, pero las ventajas pueden ser tan sorprendentes que bien vale la pena superar los grandes desafíos para llegar allí
indicó en un tuit.
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Con información de Bloomberg
