El fabricante de chips Intel está gastando 7,100 millones de dólares (mdd) en nuevas instalaciones de envasado de chips en Malasia, una importante inversión para aumentar su huella global y abordar una agobiante escasez global de chips que espera persistir hasta 2023.

A las 8:48 a.m. (hora de Ciudad de México), las acciones de Intel costaban 51.33 dólares, lo que significa un aumento del 1.24%, de acuerdo con Investing.com.

La compañía está destinando más de 30,000 millones de ringgit a ampliar su capacidad en el país, dijo el jueves el director ejecutivo Pat Gelsinger

Añadió que parte de eso financiará una nueva planta de envasado que se espera comience la producción en 2024. 

Inversión en Malasia

De acuerdo con Bloomberg, el proyecto marca una gran apuesta por Malasia, que está emergiendo como un centro global para probar y ensamblar semiconductores. 

Intel necesita los servicios avanzados de fabricación de Taiwan Semiconductor Manufacturing Co y planea competir con la empresa taiwanesa en el llamado negocio de fundición, un complicado acto de equilibrio para el CEO. Además de Malasia, Intel también opera una planta en Dalian, China.

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Solo Malasia representa el 13% de las pruebas y el embalaje de chips del mundo, un paso clave en la preparación de semiconductores para automóviles, teléfonos y otros dispositivos, y Penang se ha convertido en el centro eléctrico y electrónico de la nación.  

Más de medio millón de personas estaban empleadas en la industria de E&E en 2020, trabajando con fabricantes de chips globales desde STMicroelectronics NV e Infineon Technologies AG hasta Intel y Renesas Electronics Corp.

La expansión de las instalaciones de Intel en Malasia creará más de 4,000 puestos para la compañía, así como más de 5,000 puestos de trabajo de construcción para los malasios locales, dijo el ministro de Comercio Azmin Ali

Asimismo informó que la nación aprobó 47,000 millones de ringgit de inversión, en su mayoría extranjeras, en el sector de E&E en el primer semestre del año frente a 5,000 millones de ringgit en el período del año anterior.

Malasia ahora está dispuesta a seguir atrayendo la gran inversión y los empleos que necesita para subir en la escala tecnológica y mantener la economía local.