La fallida red social de Google es una muerta viviente, pero eso no le impide seguir causando problemas.

Este lunes, Google anunció que detectó una nueva falla de seguridad que expuso la información de 52.5 millones de usuarios.

Una actualización de software aplicada en noviembre incluyó una falla que afectaba a la API de Google+ y daba acceso a información como nombre, e-mail, ocupación y edad aunque el usuario la hubiera configurado como privada.

“Encontramos esta falla como parte de nuestros procedimientos estándares de pruebas y la arreglamos una semana después de haber sido introducida. Ningún actor externo comprometió nuestros sistemas y no tenemos evidencia de que los desarrolladores de apps que inadvertidamente tuvieron acceso a esta información hayan estado conscientes de ello o le hayan dado un mal uso”, publicó Google en su blog oficial. 

Aún así, esta nueva falla ha acelerado la muerte de Google+, cuya versión para consumidores verá su fin en abril del próximo año, en vez de en agosto, como se había anunciado previamente.

En los primeros días de octubre, Google anunció el cierre de su fallida red social por una preocupante razón: en marzo detectó que la información de hasta 500,000 usuarios pudo haber sido expuesta a programadores externos y no lo informó en ese momento. Pero el impacto fue más reputacional que al negocio.

“La versión para consumidores de Google+ actualmente tiene un bajo nivel de uso e interacción: 90% de las sesiones duran menos de 5 segundos”, reveló en esa ocasión la empresa.

El fallo revelado este lunes también afectó a los usuarios empresariales de Google+, para quienes la red social seguirá viva, pues las compañías le han encontrado gran valor como herramienta de trabajo, afirmó Google.