La economía creativa de la que YouTube hace uso para ser hoy el sitio más grande de videos, una plataforma que genera ingresos sólidos para Google, está siendo amenazada por la Unión Europea y, junto con ésta, el modelo de negocio de otras redes sociales.
La creación y reproducción de contenido en plataformas como YouTube, Facebook y Twitter corre peligro.
La Directiva de Derechos de Autor de la Unión Europea -propuesta para ajustar la Ley de Derechos de Autor a Internet, con el fin de brindar protección adicional a quienes poseen material- está avanzando hacia su fin en el parlamento europeo.
De ser aprobada a principios de 2019, no solo afectaría a los ciudadanos europeos, sino a todos los usuarios de Internet.
Los artículos 11 y 13 de la directiva ponen en alerta a las plataformas en línea y a los defensores de las licencias Creative Commons, una organización que desarrolla un conjunto de instrumentos jurídicos de carácter gratuito para usar y compartir tanto la creatividad como el conocimiento.
El artículo 11, de acuerdo con la organización mexicana R3D, dedicada a la defensa de los derechos humanos en el entorno digital, establecería un “impuesto a los enlaces” en beneficio de las empresas editoriales: tendrían derechos exclusivos para reproducir y hacer disponibles los trabajos que publican.
“Este artículo cubriría incluso fragmentos y encabezados descriptivos de las notas. Esto plantea un problema ya que la gran mayoría de las notas periodísticas y contenidos se comparten de forma rutinaria con ayuda de estos fragmentos”, señala R3D.
El artículo 13 por otra parte exigiría que los servicios en línea ofrezca una base de datos de “obras protegidas por derechos de autor”.
Cory Doctorow, coeditor del blog Boing Boing y activista en favor de liberalizar las leyes de derechos de autor, expone que con la base de datos se corre el riesgo de que “cualquier persona puede agregar cualquier cosa a éstas, sin penalizaciones por reclamar falsamente derechos de autor sobre obras de dominio público o obras que no le pertenecen”.
Economía creativa, en riesgo
En la carta anual dirigida a los creadores, Susan Wojcicki, CEO de YouTube, toma una posición firme con respecto al artículo 13 de la Directiva de Derechos de Autor de la Unión Europea, ya que de ser aprobada, obligaría a las compañías que ofrecen plataformas de comunicaciones públicas a mantener bases de datos de obras con derechos de autor que los usuarios no pueden cargar.
El artículo 13, tal como está escrito, amenaza con cerrar la capacidad de millones de personas, desde creadores como ustedes hasta usuarios cotidianos, de cargar contenido en plataformas como YouTube. Y amenaza con impedir que los usuarios de la Unión Europea vean contenido que ya está en vivo en los canales de creadores de todo el mundo. Esto incluye la increíble biblioteca de videos de contenido educativo de YouTube, como clases de idiomas, tutoriales de física y otros consejos
Susan Wojcicki, CEO de YouTube
Wojcicki explicó también que la propuesta podría obligar a las plataformas, como YouTube, a permitir solo contenido de un pequeño número de grandes empresas.
“Sería demasiado arriesgado para las plataformas alojar material de creadores de contenido originales más pequeños, ya que ahora las plataformas serían directamente responsables de ese contenido”, agrega.
Otras plataformas que también serían afectadas serían Facebook y Twitter.
La organización R3D plantea que el artículo 13, a grandes rasgos, hace responsable de las violaciones de derechos de autor de sus usuarios “a cualquier plataforma que tenga un botón de “Publicar”, que permita subir texto, fotos, videos e incluso código”.
Un golpe al negocio
En el último año, de acuerdo con la CEO de YouTube, el número de canales con más de un millón de suscriptores se ha incrementado en 75%.
Cada mes, más de 1,000 millones de usuarios llegan a YouTube para formar parte de la cultura musical y para descubrir nuevas canciones o a creadores de contenido.
Con la propuesta del artículo 13, no solo tendrían problemas relacionados con derechos de autor. Los ingresos por publicidad también se verían mermados: entre menos contenido, menos usuarios y menos inversión de anunciantes.
En el segundo trimestre de 2018, Google, compañía a la que pertenece YouTube, tuvo un ingreso de 22,672 millones de dólares. El 85% de los ingresos de la tecnológica provinieron de publicidad.
Los artículos 11 y 13 avanzarán a través del resto del proceso legislativo, que incluye una votación finales de enero. Si finalmente se aprueban, los miembros de la Unión Europea elegirán cómo aplicar la directiva en sus propias leyes.