Starlink, el servicio de internet satelital de SpaceX, propiedad de Elon Musk, anunció esta semana que expandirá sus cobertura a Australia, Nueva Zelanda, México, y estados de Canadá y Estados Unidos en los que aún no estaba presente.
La compañía tiene como política cobrar la misma cuota a todos sus usuarios a nivel mundial y para su servicio en México la única diferencia serán los impuestos locales y los costos de envío del kit de conexión.
El servicio, que promete velocidades de descarga por encima de los 200Mbps, apunta a funcionar en territorio mexicano para finales de 2021, pues tiene planeado el lanzamiento de la infraestructura necesaria, pero aún debe reunirse con los reguladores mexicanos.
La compañía pide un depósito de 100 dólares para los clientes interesados en apuntarse a su preventa. Una vez que el servicio esté listo, se dará prioridad a estos clientes en el orden en el que apartaron su lugar. El servicio tiene un límite de clientes por área de cobertura.
Estos 100 dólares contarán contra el costo del kit inicial, que es de 600 dólares en Estados Unidos, pero podría variar en México. Una vez que el usuario está conectado a la red, el costo mensual es de 99 dólares.
La empresa comenzó la etapa beta de su servicio apenas hace tres meses, y reportó a la FCC que ya cuenta con más de 10,000 suscriptores a nivel mundial.
El servicio también está encargado de proveer internet a las fábricas de Tesla en el mundo, incluida la de Alemania.