Mark Zuckerberg asistió al Congreso de Estados Unidos en abril para comparecer luego de la interferencia de su compañía en el caso de Cambridge Analytica.

Uno de los senadores que cuestionó durante la comparecencia fue Bill Nelson. El legislador comentó que después de platicar con sus amigos en la red social sobre sus chocolates favoritos, recibía mucha información sobre los chocolates. La pregunta del congresista fue: ¿Qué puedo hacer para dejar de recibir esos anuncios?

La pregunta de Nelson parecía burda, tomando en cuenta que frente al senador estaba el director de la compañía que otorgó acceso a la información de sus usuarios para dirigir campañas que modificaron la intención de voto en las elecciones presidenciales de 2016.

Pero de fondo -y quizá sin esa intención- reveló algo escabroso que ya hacía la red social y que ayer The New York Times lo confirmó: compartir las conversaciones privadas de los usuarios con otras marcas.

Los documentos obtenidos por el diario muestran que Facebook dio permiso a Netflix, Spotify y al Royal Bank of Canada para que tuvieran acceso a éstas.

Un vocero de Netflix confirmó que la empresa utilizó el permiso para hacer recomendaciones de series y películas a los usuarios, según las conversaciones que estos tuvieron con sus amigos.

El Times mostró que Spotify podía ver mensajes de 70 millones de usuarios al mes.

Los documentos a los que el periódico tuvo acceso también mostraron que otras empresas poseían privilegios sobre la información de los usuarios.

Por ejemplo, Facebook dio acceso a Apple a los contactos y a la información de sus calendarios.

Amazon tuvo acceso a la información de contactos de los usuarios y Bing, el buscador de Microsoft accedió a los nombres y a otro tipo de información de los amigos de los usuarios.