Programas de edición o herramientas como la inteligencia artificial (IA) pueden ser de gran ayuda en la realización de diversas actividades, sin embargo, como en prácticamente cualquier desarrollo logrado a lo largo de la historia, si caen en las manos equivocadas llegan a utilizarse para actividades ilícitas, tal es el caso de las llamadas deepfakes.
Esta práctica consiste en la creación de videos o imágenes en donde el rostro o cuerpo de una persona ha sido alterado digitalmente haciendo que parezcan otras, de acuerdo con un comunicado Kaspersky. Dicha actividad representa un riesgo tanto para la reputación como para la privacidad de los usuarios, pero sus bolsillos también resultan perjudicados.
Las falsificaciones pueden implicar contenido pornográfico o simulación de cryptostreams, utilizado en criptoestafas. El material, resultado de la edición, suele ser utilizado para fraudes, chantaje, venganza o acoso.
Sin embargo, la creación de deepfakes de alta calidad requiere de ciertos conocimientos técnicos, por lo que hay quienes buscan hacer negocio de esto en la Darknet, cobrando entre 300 y 20,000 dólares por un contenido de un minuto.
El hecho de que exista una gran demanda por estos servicios de creación de deepfakes también indica que los individuos y grupos con intenciones maliciosas están dispuestos a pagar importantes sumas de dinero para adquirir este tipo de vídeos
dijo Vladislav Tushkanov, científico jefe de datos en Kaspersky.
Aunque los precios son sumamente altos, son señal de que el mercado existe, incluso superando la oferta. Los expertos de Kaspersky detallan que los usuarios buscan activamente personas dedicadas a crear videos falsos a objetivos concretos, principalmente celebridades o figuras políticas.
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Relación con las criptomonedas
De acuerdo con la firma de ciberseguridad y privacidad digital, una gran parte de las actividades vinculadas a los deepfakes también involucran a las criptomonedas, debido a que este contenido suele crear cryptostreams o sorteos de criptomonedas falsos, los cuales son estafas populares en las que los ciberdelincuentes recaudan divisas digitales mediante la promoción de regalos falsos.
Para crear los deepfakes, los estafadores utilizan imágenes de famosos o mezclan videos antiguos para hacer transmisiones en vivo en redes sociales, donde muestran una página prediseñada en la que piden a las víctimas transferir entre 2,500 y 1,000,000 XRP prometiendo duplicar cualquier pago que se les envíe.
En consecuencia, las víctimas de estas estafas pueden perder entre 1,000 y 460,000 dólares.
Los ciberdelincuentes utilizan cada vez más los deepfakes para llevar a cabo diversas estafas, como el fraude con criptomonedas, o evadir la seguridad biométrica
indicó el experto.
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