El fabricante chino Qiantu Motor ha llegado a un acuerdo de colaboración con la startup californiana Mullen Technologies, con el cual iniciarán en 2020 el ensamblado en Estados Unidos de un vehículo eléctrico deportivo denominado K50.
La apuesta de este nuevo automóvil diseñado en Asia y próximo a producirse en Estados Unidos, es ganar la confianza del mercado norteamericano y ampliar los ingresos que esta actividad comercial deja a los dos países.
El medio estadounidense Quartz señaló que, de resultar exitosa su estrategia de venta, el K50 podría ser un reto para Tesla en su plaza principal.
En el tercer trimestre del año, el Model 3 de Tesla fue el auto eléctrico más vendido del país y el quinto sedán mejor vendido de todos.
Si bien hasta el momento no se ha confirmado un costo aproximado del auto, es probable que estos sean muy similares a los precios de los vehículos producidos por el multimillonario Elon Musk, revela el sitio de noticias.
Las ventas de autos en Estados Unidos alcanzan los 17.2 millones de dólares por año, por detrás de su nuevo aliado que registra entradas comerciales por 28.8 mdd en el mismo rubro, esto sin que una sola marca china haya tratado de inmiscuirse en el mercado estadounidense y ganarse la confianza de los locales.
Quartz añade que, si China logra entrar y establecerse como productor de confianza automovilístico, “sería capaz de replicar el éxito que Toyota registró en los setenta o el de Hyundai en los ochenta”.
Según el gerente de la firma de análisis Edmunds, Jeremy Acevedo, Qiantu tiene un gran reto por delante, ya que tener buenas tarifas de importación no lo es todo, dada la guerra comercial que aún tiene un futuro incierto.
En el último año, varias marcas han alzado la mano para incursionar en el mercado de autos eléctricos, tal es el caso de Audi, Subaru y Mercedes-Benz. Esto representa una mayor competencia para Qiantu en su debut al considerar que la compra de estos automóviles es aún de nicho y representa solo el 2% de las ventas totales de autos en el país vecino.