Las sucursales físicas dejan de ser la única opción entre los ciudadanos a la hora de ofrecer servicios financieros, como solicitar una tarjeta, realizar transacciones y abrir cuentas.
En este contexto de cambio surgen términos como challenger bank o neobank para referirse a las plataformas digitales que compiten directamente con la banca tradicional, con productos basados en la movilidad que permite Internet, accesibles desde un smartphone y sin oficinas.
Los challenger banks básicamente son empresas fintech que ofrecen servicios bancarios con ayuda de la tecnología de manera más sencilla y sin comisiones. Esto con la intención de que el usuario se sienta libre con su dinero
Angel Sahagún, CEO y fundador de la fintech mexicana Albo
La intención de los bancos digitales es llevar los servicios financieros a los teléfonos celulares para que las personas no bancarizadas tengan acceso a estos servicios.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018, el número de adultos con al menos un producto financiero llegó a 54 millones, lo que equivale a 68% de la población adulta en el país.
En contraste, la penetración de teléfonos alcanzó los 102.9 millones de dispositivos al segundo trimestre de 2018, según The Competitive Intelligence Unit.
Los principales bancos del país, considerando al recién renovado BBVA, Banorte y Citibanamex destinan cada vez mayor capital hacia la digitalización de sus operaciones bancarias en línea y móvil, sin embargo mantienen el enfoque en otros segmentos de la población, a diferencia de este que buscan atacar los neobanks.
Fintech mexicanas impulsan la banca digital
La inclusión financiera, de acuerdo con la organización Finnovista, es uno de los ejes de mayor impacto para las fintech mexicanas.
Por ejemplo, Albo, que ofrece a los consumidores una cuenta digital y una tarjeta física para recibir, transferir y gastar su dinero sin necesidad de tener una cuenta con algún banco. Cuentan con 100,000 clientes activos al mes y esperan cerrar el año con el doble de usuarios.
Estos negocios responden a la adopción que ha tenido Internet en la vida cotidiana; son transparentes, sencillos y cercanos a los nuevos usuarios. Representan una opción con alto potencial para millennials, 26% de la población, de acuerdo con el Inegi, así como para jóvenes centennials que comienzan a explorar este mercado junto con otras generaciones
CEO de Albo
Nubank, el mayor banco digital brasileño dice tener 8.5 millones de clientes en Brasil, principalmente titulares de tarjetas de crédito. En mayo de 2019 inició operaciones en México y planea emitir tarjetas de crédito durante el segundo semestre del año.
David Vélez, CEO y fundador de Nubank, comentó a la agencia Notimex que decidieron venir a México después de estudiar por varios años el sistema financiero, porque se percataron de los retos a los que se enfrentan los consumidores con los servicios tradicionales existentes.
Hasta mayo de 2019, el segmento de la banca digital de las fintech mexicanas había aumentado 200%, según datos del Fintech Innovation Radar for Mexico, elaborado por Finnovista. En el radar se ubican 15 startups de este segmento, las cuales representan el 4% del ecosistema fintech.
¿Listos para decir adiós a sucursales físicas?
Adrían Ruíz, director de la consultoría Everis para Argentina, comenta que la competencia ha movilizado al sector financiero y ha generado un nuevo ciclo de transformación.
Las fintech se adaptaron a los clientes, simplificando terminologías, mensajes y la forma de contratar productos y servicios. Generaron una nueva experiencia, pero a la vez aportan valor
Adrían Ruíz, director de Everis Argentina
Sin embargo, los clientes podrían no estar preparados para renunciar por completo a las sucursales físicas. De acuerdo con una encuesta global realizada por Accenture a casi 33,000 consumidores de la banca en 18 mercados, mostró que el 40% de las encuestados perciben como un importante factor de fidelidad el tener acceso a una sucursal física.
Pero es posible que a medida que más servicios migren hacia plataformas en línea, los clientes buscan una experiencia de sucursal que asocie lo físico y lo digital de forma integrada, según la encuesta.
Ruíz considera que es un paso natural que comience a surgir un ecosistema de colaboración entre las fintech y las instituciones financieras.