La conectividad presente y futura de México está en vilo tras el decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador, que ordena el fin de los fideicomisos públicos como e-México.

El decreto emitido el 3 de abril contempla la extinción o terminación de todos los fideicomisos públicos sin estructura orgánica, como es el caso de e-México, según el Informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública del primer trimestre de 2019.

Este fideicomiso, que es la evolución del Sistema Nacional e-México, creado en el gobierno de Vicente Fox, planteó entre sus principales objetivos impulsar la transición del país hacia una sociedad de la Información y el Conocimiento para el ciudadano del siglo XXI.

Este instrumento se gestó con el objetivo de apoyar la ejecución y desarrollo del Sistema en materia de conectividad, contenido y sistemas, así como garantizar la transparencia de recursos públicos y privados asignados y contar con un mecanismo para administrar e invertir recursos.

Sin embargo, con el decreto no habría presupuesto para sostener los servicios que ya se ofrecen a diferentes dependencias de gobierno, y tampoco podrían ejecutarse los planes de conectividad universal planteados.

7,000 millones de pesos en jaque

Al desaparecer este fideicomiso, que al cierre del primer trimestre de 2019 contaba con una disponibilidad de 6,799.4 millones de pesos, la responsabilidad recaería en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), la cual no tendría los recursos para destinar a los proyectos de conectividad.

La Subsecretaría de Comunicaciones, como ejecutora del gasto, tendría que hacer frente a las obligaciones contractuales que tiene el Fideicomiso, “aunque no será fácil conseguir que Hacienda le dé el 100% de los recursos para hacerle frente a las obligaciones de pago”, dijo una fuente anónima a EL CEO.

Y aunque en un escenario positivo la fuente cercana al asunto estima que se acercarán varios operadores, el fideicomiso está limitado por los recortes en presupuesto, por lo que los contratos se han esfumado.

El fideicomiso e-México se constituyó el 27 de julio de 2002 al amparo de la Coordinación de la Sociedad de la Información y el Conocimiento (CSIC) de la SCT con una aportación inicial de 120 millones de pesos.

Al cierre del primer trimestre de 2019 reportó egresos por 339.6 millones de pesos por el pago de diversos proyectos relacionados con la conectividad digital, de banda ancha, Puntos México Conectado, proyectos de inclusión digital y México Conectado (consolidados durante la administración de Enrique Peña Nieto).

Los otros planes

Los planes de conectividad de la Subsecretaría de Comunicaciones, a cargo de Salma Jalife, están en juego, en principio, al menos 1,200 sitios con conectividad de internet satelital, cuya licitación se esperaba para marzo de este año, pero es incierto si se alcanzó a realizar o no debido a la contingencia por COVID-19.

Además, el fideicomiso obtenía fondos donde algunas dependencias destinaban recursos para que éste pudiera ofrecerles soluciones de conectividad a través de la CSIC.

EL CEO consultó a la SCT para saber el impacto por la extinción de este fideicomiso y sobre la licitación, pero hasta el cierre de la publicación no obtuvo respuesta.

La principal preocupación del fin del fideicomiso es cómo se van a mantener los puntos de conectividad pública que ya existen y cómo se van a contratar otros, comentó por su parte Samuel Bautista Mora, coordinador general de The Social Intelligence Unit (SIU). 

El programa Internet para Todos ya conectó a 22 mil comunidades y este año quedarán comunicadas por este medio un total de 75 mil localidades

 dijo López Obrador el pasado domingo 5 de abril. 

En su último informe trimestral, López Obrador anunció que en 2022 ‘Internet para Todos’ conectaría a una buena parte de las localidades, sin embargo, “sin recursos parece imposible”, agregó el analista.