La jefa de gobierno de la CDMX, Clara Brugada, adelantó los planes de un nuevo programa de vivienda, el cual busca subsidiar la renta de los capitalinos.
Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Mérida registran las alzas más agresivas en colonias tradicionalmente habitacionales; en algunas, los precios de renta se duplicaron tras la pandemia.
Así es cómo Airbnb y otras plataformas digitales están acelerando la gentrificación en la CDMX, elevando los precios de la vivienda y desplazando a residentes locales.
En lo que va de este sexenio, se han entregado casi 3,000 viviendas asequibles a partir de los programas de vivienda social y están en proceso de producción poco más de 10,000 viviendas en las zonas centrales de la Ciudad de México.
El origen de esta transformación, se remonta con claridad al “Bando 2”, emitido por Andrés Manuel López Obrador en el año 2000, cuando era jefe de Gobierno. Aquel decreto prohibió la construcción de vivienda social en 12 de las 16 delegaciones.
El aumento en los precios de la vivienda es más evidente si se miran los números de la última década. En este periodo, el precio de la vivienda propia incrementó 30%, mientras que la de alquiler aumentó 32%, según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
La gentrificación no se trata de migración extranjera, sino de un problema de desigualdad impulsado por la especulación inmobiliaria y la falta de vivienda asequible.