En las últimas semanas, el gobierno de México había anunciado una reestructuración de la deuda de Pemex. Ayer, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), se anunciaron una serie de medidas para apoyar a la petrolera en el manejo de su deuda.
Pese a la revisión, Fitch advierte que el perfil financiero de Pemex sigue siendo débil, con un flujo de fondos operativo negativo y un apalancamiento elevado.
El plan de reestructura de Pemex será de mediano plazo y los resultados tardarán en llegar más allá del actual sexenio siempre y cuando se aplique a profundidad.
Esta aclaración surge en un contexto de creciente preocupación por una posible desaparición de Gasolinas Bienestar. Y es que, en el comunicado original de Pemex, la compañía no especificaba que el mensaje estaba dirigido únicamente a sus empleados.