Contrario a lo que asegura el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) la ciencia sí ha demostrado que el uso de cubrebocas ayuda a reducir el riesgo de contagio de COVID-19, y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) tiene elementos para comprobarlo.

El Centro de Ciencias de la Complejidad (C3) de la UNAM explica que, de hecho, existen numerosos estudios científicos que muestran que el uso adecuado del cubrebocas, aunado a las medidas de sana distancia, puede reducir la probabilidad de contagio en más de 90%.

En el análisis ‘La radiografía que el SARS-CoV-2 nos da a la sociedad’, el C3 asegura que la pandemia provocada por este virus es uno de los problemas más grandes y complejos a los que México (y el mundo) se ha enfrentado en las últimas décadas:

Es un problema complejo no porque sea complicado o difícil de resolver, que sí lo es, y mucho, sino en el sentido más amplio de la palabra, plexus, que significa trenzado, “una red formada de muchas partes distintas que interactúan” y de la cual emergen comportamientos que no se pueden explicar sólo por la suma de los comportamientos de las partes que la componen.

Tras cinco meses en que se registró el primer caso de coronavirus en México, y más de siete meses desde el primero en el mundo, la pandemia revela que es más que un problema médico o biológico: también es social, económico, cultural y político.

Después de casi 585,000 contagios y más de 63,000 muertes, para el C3 es claro que en México no se están implementando las acciones adecuadas para contener la propagación de la epidemia, lo cual lo lleva a cuestionarse las decisiones del gobierno federal para hacer frente a la pandemia.

México, ¿qué está haciendo mal AMLO según la UNAM?

Es una de las principales preguntas de Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM, sobre todo para descifrar porqué México se ha convertido en uno de los países con mayor tasa de crecimiento de esta enfermedad y el tercero en defunciones.

Para cambiar este escenario catastrófico, el C3 sugiere que además de reconocer los errores que se han cometido, se deben replantear las estrategias que se han implementado y formular nuevas soluciones.

Asimismo, al evitar contagios también disminuyen los gastos hospitalarios y sobre todo se evitaría la pérdida de vidas humanas, que son invaluables.

Coincidimos con el Dr. Hugo López Gatell en que el cubrebocas por sí mismo no es suficiente, pues además deben seguir implementándose las medidas de sana distancia y evitar reuniones en espacios cerrados, pero discrepamos en que el cubrebocas podría generar una sensación de ‘falsa seguridad’ que podría ser contraproducente

El Centro de la UNAM señala que lo anterior sería equivalente a decir que utilizar el cinturón de seguridad en los automóviles es una medida contraproducente que genera una falsa sensación de seguridad y, por lo tanto, no debería utilizarse.

Las recomendaciones de la ciencia

Además de adoptar el uso de cubrebocas, considera necesario que México se adapte a los nuevos conocimientos sobre el virus y se cambie el esquema de las pruebas de detección.

Sugiere mejorar los sistemas de conteo de infecciones y muertes por coronavirus, además de considerar la movilidad de las regiones para establecer los semáforos y, sobre todo, que la estrategia gubernamental se enfoque hacia prevenir contagios.

Decir que la pandemia en México se está controlando, o que la curva se está aplanando, o que ya pasamos lo peor, no solamente es mentira sino una irresponsabilidad mayúscula

El análisis del C3 reconoce que México no puede detener su actividad económica, sobre todo tomando en cuenta que la mayoría de mexicanos dependen de ingresos obtenidos cada día.

Sin embargo, señala que a los ciudadanos se les debe proporcionar información veraz y objetiva, de tal forma que tengan las herramientas necesarias para que estén alerta y salgan a trabajar minimizando los riesgos de contagios.

C3 sugiere que acciones tan sencillas como el que los gobernantes utilicen cubrebocas, hasta medidas más tecnológicas como monitorear a los superpropagadores y personas asintomáticas o estudiar la movilidad social harán un cambio en México.