El Congreso de Tabasco se convirtió en la segunda entidad mexicana en prohibir la distribución y venta de comida chatarra a menores de edad.

El Pleno de la LXIII Legislatura aprobó con 22 votos a favor y 8 votos en contra, reformar, adicionar y derogar diversas disposiciones de la Ley de Salud del Estado de Tabasco, la Ley de Educación del Estado de Tabasco, y la Ley de Hacienda Municipal del Estado de Tabasco.

El dictamen establece que las modificaciones avaladas, prohíben en la entidad la venta, distribución, donación, dádiva y suministro de bebidas azucaradas preenvasadas, bebidas azucaradas carbonatadas, golosinas y alimentos preparados con predominio de carbohidratos refinados y grasas vegetales en su forma sólida que contengan ácidos grasos hidrogenados en su forma trans, a menores de edad, así como su consumo en centros médicos y educativos.

Los problemas

México, el mayor consumidor de alimentos procesados ​​en América Latina y el cuarto más grande del mundo, ha batallado durante años con altas tasas de diabetes y obesidad, una crisis de salud que se ha visto agravada por el COVID-19.

Etiquetado frontal, otro punto de discordia

En el caso de los menores de edad en Tabasco, no se permitirá que se les suministren ese tipo de productos, a menos que quienes lo hagan sean sus padres, madres o tutores legales; también se prohíbe la instalación de máquinas expendedoras en los centros educativos de nivel básico, así como en los hospitales públicos y privados, clínicas y centros de salud.

Por ello, se prevé una estrategia para limitar la publicidad que incide en los gustos y decisiones de compra, por lo que los anuncios, carteles o cualquier tipo de publicidad referente a la comida chatarra:

  • Se ubicarán fuera de un radio de 300 metros de los centros educativos de educación básica y centros médicos de atención hospitalaria y ambulatoria, y
  • Se incrementará en 25% más, la tarifa de pago de derechos para la colocación de dicha publicidad en los lugares autorizados.

El 5 de agosto, Oaxaca prohibió la venta a niños de alimentos conocidos como comida chatarra y bebidas azucaradas, convirtiéndose en la primera entidad del país en legislar sobre el tema.