La suspensión del proyecto de Tesla en Nuevo León por el posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca no implica que las inversiones en México se detendrán, dijo Claudia Sheinbaum Pardo.

En conferencia de prensa, la virtual presidenta electa explicó que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es el principal factor que le da confianza.

De acuerdo con la próxima mandataria federal, el argumento se ve reforzado porque el expresidente de los Estados Unidos reconoce la fortaleza jurídica de este tratado comercial, cuyos tiempos estipulados indican que aún no se requiere una revisión.

Además, Trump ha señalado los beneficios económicos que el acuerdo ofrece a las tres naciones involucradas.

“Él dice que ni siquiera se tiene que revisar el T-MEC. Le da mucha fortaleza (…) una cosa es lo que se dice en campaña y otra lo que se va hacer”, expuso.

Aún así, la mandataria indicó que tiene un ‘as bajo la manga’, se trata del nombramiento de Raquel Buenrostro en la Función Pública y que revisará también los temas legales en materia de la relación comercial con Estados Unidos.

Sheinbaum Pardo dijo que incluso Elonk Musk ya había dado señales previas de que no podría concretar la inversión de Tesla en el estado regio. El signo más claro es que no se habían dado avances en la construcción del complejo.

Aumento de aranceles serían inviables 

Elon Musk señaló este 23 de julio con inversionistas que el incremento de los aranceles a la exportaciones automotrices son el punto que inhibe el proyecto de Tesla en México.

Sin embargo, para Sheinbaum Pardo el T-MEC imposibilita que siga este planteamiento, sumado a que, según ella, es inviable comercialmente.

“Si se llegarán a poner aranceles a la exportación de vehículos, estos subirán de precio, el costo de producción sería diez veces”, comentó. 

Sector privado coincide con Claudia Sheinbaum 

Las declaraciones de la científica también coinciden con el posicionamiento de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos, (CONCAMIN).

Para el organismo empresarial, más allá de un tratado comercial el país es atractivo para el nearshoring porque es una entidad que se distingue por “su infraestructura moderna, un ambiente favorable para los negocios y una mano de obra altamente capacitada”.

“Reiteramos nuestra disposición para apoyar a Tesla en este proceso y confiamos en que, una vez superada la incertidumbre electoral en Estados Unidos, la planta en México se materializará con éxito”.

Para Concamin, la llegada de Tesla representa una oportunidad para el desarrollo de la industria automotriz y de tecnologías limpias.

“Contribuyendo a la generación de empleos y al fortalecimiento de la economía nacional”. 

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