Senadores de Estados Unidos enviaron una carta al presidente Joe Biden instándolo a tratar las “violaciones” de México en materia de política energética bajo las reglas del T-MEC.
Los 20 legisladores que firmaron la misiva piden a Biden que trate el tema con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha impulsado reformas dando prioridad a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Los cambios recientes de la administración de López Obrador en las regulaciones y la legislación establecen un campo de juego sin nivelar para los inversionistas privados frente a las empresas estatales de México, Pemex y CFE, y por lo tanto, crean una gran incertidumbre para las empresas energéticas estadounidenses con inversiones existentes y para aquellas que buscan invertir en México,
indicaron los senadores
Además indicaron que estas medidas del gobierno mexicano amenazan la viabilidad de inversiones a largo plazo.
En febrero de este año, el presidente López Obrador propuso la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) y en marzo fue avalada por los Senadores.
La LIE avala el despacho prioritario de la generación de la CFE en todas sus modalidades, incluyendo plantas que usan combustóleo y carbón, cambiando el orden existente que privilegia las energías más baratas y ha favorecido a las renovables solar y eólica.
Sin embargo, la ley se ha frenado y suspendido su aplicación tras los amparos interpuestos. Un tribunal especializado en competencia económica revocó las suspensiones concedidas a dos empresas, pero prevalecen otras.
Otra ley propuesta por el ejecutivo federal es la Ley de Hidrocarburos, que fue aprobada por legisladores en abril y que también ha enfrentado el escrutinio de privados.
Esta reforma pretende actualizar y regular en la ley el almacenamiento mínimo de petrolíferos, así como la revocación de permisos en caso de reincidencia en el incumplimiento de disposiciones aplicables en materia de hidrocarburos y petrolíferos.
“Desde que las reformas constitucionales de 2013 en México permitieron la participación privada en el sector energético mexicano, hemos visto a empresas estadounidenses invertir miles de millones de dólares en infraestructura energética en el país, algo positivo para los fabricantes, los trabajadores, el medio ambiente y la seguridad energética de América del Norte”, indicaron los legisladores.
Al eliminar la competencia se tiene un impacto negativo a las inversiones, aumenta costos al consumidor final y se contamina más, plantearon los senadores.