El presidente Andrés Manuel López Obrador cuestionó el momento en que se dio a conocer la investigación periodística que involucra a Alfonso Romo, jefe de la Oficina de Presidencia.
Durante la conferencia matutina de este martes, el presidente refirió que el apoyo e incorporación de Romo a su gobierno ha provocado reacciones entre los grupos más conservadores del país.
Les da mucho coraje que un empresario decida apoyarnos, y ahora van varios medios de comunicación, se unen y dicen ‘vamos’; en una de esas la investigación la llevó a cabo Mexicanos Contra la Corrupción.
El mandatario dijo que no hay conflicto no hay problema de conflicto de intereses “porque eso no está permitido”.
También ofreció realizar una investigación a través de las secretarías de Función Pública y del Medio Ambiente y Recursos Naturales para deslindar responsabilidades. No obstante, se dejó de lado a la Secretaría de Trabajo y Previsión Social pese a que también se denunció atropellos para los trabajadores de la empresa como jornadas laborales de hasta 24 horas.
Por su parte, la oficina de Comunicación de la Función Pública, que dirige Irma Eréndira Sandoval se abstuvo de confirmar la realización de las debidas indagatorias.
“La Secretaría debe cuidar el debido proceso”, aseguró a El CEO vía telefónica.
Ayer, Connectas, Aristegui Noticias, la Revista Proceso, Ruido en la Red, Univisión, Vice en español y el International Center of Journalist dieron a conocer una investigación realizada por los periodistas Janet Cacelín, Alejandro Melgoza y Sergio Rincón sobre Enerall, una empresa fundada en 2007 por Alfonso Romo.
Sobre Enerall, la empresa funda por Alfonso Romo
La compañía que fue dirigida por Romo, presuntamente hasta 2018, tiene concesiones para explotar la mayor cantidad de agua subterránea para uso agrícola en la Península de Yucatán, actividad que ha resultado en afectaciones ambientales.
Mediante un esquema de acumulación de territorio con el que reunió casi 15,000 hectáreas, la organización es ya la mayor explotadora de la Península de Yucatán y la tercera en todo el país, reveló el trabajo periodístico.
Durante su expansión, Enerall afectó la vegetación y la fauna, además de ser investigada por la Profepa en 2018 por destruir un cenote sin contar con la autorización correspondiente. Sin embargo, la investigación del caso se saldó con una multa y sin que se remitiera el expediente para una averiguación penal, señala el reportaje.
El cenote, de 5,500 metros cuadrados ubicado en la localidad de Tizimín, fue tapado con tierra, rocas y despalme y convertido en fango, a pesar de que Enerall había aceptado preservar los cuerpos de agua.
El objetivo de la empresa fundada por Alfonso Romo es convertir los terrenos pedregosos de la zona en fértiles, extrayendo agua del subsuelo para regar las tierras durante 270 días al año, explica la investigación periodística.