Ricardo Anaya Cortés regresará a las actividades políticas dos años después de haber sido derrotado en las elecciones presidenciales de 2018, frente al actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

A través de un video en redes sociales, el exdirigente panista habla de su pasado, presente y futuro, dejando en claro que su intención es consolidar el principal movimiento opositor al gobierno federal.

También advierte su intención por participar en las elecciones federales de 2021 y desde luego, en las presidenciales de 2024.

En los comicios intermedios, el mexiquense puede buscar desde una presidencia municipal hasta una gubernatura o inclusive una curul en la Cámara de Diputados, donde tendría una plataforma que lo ayude a volver a competir por la presidencia del país en 2024.

Su nuevo lema en redes sociales, ‘El futuro de México’, lo anuncia de manera poco sutil.

Sería la octava ocasión consecutiva en que un candidato repite en la máxima contienda electoral, tras los intentos de Rosario Ibarra de Piedra (1982, 1988), Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (1988, 1994, 2000) y López Obrador (2006, 2012, 2018).

Sin embargo, el trayecto hacia una nueva candidatura presidencial es más complicado para Anaya Cortés de lo que intenta mostrar en el video, en el que critica las políticas económica y energética, la inoperancia del aparato de justicia, y el manejo de la crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus del gobierno federal.

Antes de pensar en sus futuras aspiraciones políticas, el político de 41 años debe tratar de limpiar su imagen, explica Jacob Villagómez Salgado, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El experto hace referencia a la denuncia de hechos que presentó el exdirector de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya Austin, contra los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, entre otros funcionarios del mayor nivel.

En dicho documento, cuyo contenido fue filtrado a medios en agosto, Lozoya Austin asegura que Anaya Cortés recibió más de seis millones de pesos (mdp) para facilitar la aprobación de la Reforma Energética en 2013, cuando era presidente de la Cámara baja.

“En las próximas semanas será interesante lo que haga para allegarse al electorado (…) su regreso no pasó desapercibido, ocasionó movimiento en las aguas políticas”, opina Villagómez Salgado.

Un día después de darse a conocer el regreso de Anaya, la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda reveló que mantiene una investigación en su contra por posible lavado de dinero, derivada de la denuncia de Lozoya Austin.

Obstáculos ‘en casa’

A pesar de que el Partido Acción Nacional (PAN) es la única organización política en la que ha militado Anaya Cortés, no está claro si su regreso tendrá el respaldo del ente liderado por Marko Antonio Cortés Mendoza.

Algunos sectores del partido de centro derecha lo señalan como el máximo responsable del pobre resultado que obtuvo en las urnas dos años atrás.

Además, le achacan la división del partido, tras la salida del expresidente Felipe Calderón Hinojosa y su esposa, Margarita Zavala Gómez, a quien Anaya desplazó sistemáticamente para convertirse en el candidato presidencial blanquiazul.

Esto precipitó la desbandada de políticos afines a la familia Calderón para buscar la creación de México Libre, organización que busca ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el registro como partido político negado por el Instituto Nacional Electoral.

Como candidato a la presidencia de México, Anaya organizó y lideró la coalición Por México al Frente, integrada también por el Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano.

La estrategia de unificación de dos partidos de corte conservador con el fundado por Cuauhtémoc Cárdenas también generó molestia en algunos círculos del PAN, que criticaron abiertamente la estrategia de Anaya, inclusive durante la campaña.

El rechazo hacia el Frente quedó evidenciado en la votación del 1 de julio de 2018, donde el aspirante panista logró 12.6 millones de votos, frente a los más de 30 millones obtenidos por López Obrador.

Luego de los comicios, Gustavo Madero, actual senador del PAN, declaró que “es triste reconocer, que quienes más criticaron a Ricardo Anaya acabaron teniendo razón (…) Y que quienes lo apoyamos, perdimos y nos equivocamos”.

El enfado de políticos que continúan ligados a Acción Nacional, es otro obstáculo al que se enfrentará para resurgir en la escena política nacional.

“El regreso de Anaya puede representar la llegada de una figura de oposición al gobierno de López Obrador, pero también debe demostrar capacidad para construir una plataforma que atienda a los sectores que se sienten desprotegidos”, dice Pablo Yáñez Placencia, politólogo de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).

La primera acción política concreta del futurista Ricardo Anaya será la publicación de un libro sobre los principales problemas que enfrenta el país y sus propuestas concretas para resolverlos.

Durante la campaña de 2018, también anunció la publicación del libro “De Frente al futuro: cuatro cambios indispensables para México”, donde presentaba 158 propuestas.