Los mexicanos están convocados a un ejercicio electoral inédito el próximo domingo 10 de abril: participar en la revocación de mandato y decidir si Andrés Manuel López Obrador (AMLO), primer presidente de izquierda del país, se va anticipadamente o concluye su mandato en 2024.

Alrededor de 93 millones de electores podrán votar en este referendo, impulsado por el mandatario de 68 años y en el que se avizora una baja participación.

¿Cómo funciona?

La consulta fue incorporada a la Constitución en 2019 por iniciativa de AMLO, argumentando que “el pueblo pone y el pueblo quita“. Se puede convocar para este mecanismo a mitad del período de gobierno.

Los mexicanos responderán en la boleta si quieren que al presidente se le “revoque el mandato por pérdida de la confianza” o que complete sus seis años.

Cerca de 11 millones de firmas fueron entregadas al Instituto Nacional Electoral (INE) para que organizara el plebiscito, la mayoría de partidarios oficialistas.

Para que el resultado sea vinculante, deben participar 40% de los electores, aproximadamente 37 millones de mexicanos, pero se espera que la afluencia sea inferior a 20%, anticipa Luis Ugalde, expresidente del INE.

López Obrador, emergido del partido Morena, adelantó que anulará su voto escribiendo “¡viva Emiliano Zapata!”, por el líder revolucionario.

¿Está en riesgo la continuidad de AMLO?

López Obrador fue elegido con 53% de los votos, prometiendo una “revolución” dirigida a poner fin a las profundas desigualdades y a la corrupción en México, de 126 millones de habitantes, 44% de ellos en pobreza.

El mandatario mantiene una aprobación de 58%, según un promedio de encuestas de la consultora Oraculus, lejos del 80% inicial, pero por encima de sus antecesores a mitad de camino.

El presidente, que de lunes a viernes ofrece una rueda de prensa de hasta tres horas, basa su popularidad en programas sociales para sectores empobrecidos que equivalen a 23,000 millones de dólares y 6.4% del presupuesto federal.

También inauguró un nuevo aeropuerto para Ciudad de México, tras cancelar un proyecto de su antecesor Enrique Peña Nieto, e impulsa varias megaobras rechazadas por ambientalistas y opositores, que lo tachan de “populista” y “autoritario”.

A la par, aplica políticas ortodoxas como una defensa a ultranza de la austeridad y el equilibrio fiscal y programas contra el endeudamiento.

Pero sus planes sufrieron el embate de la pandemia de coronavirus, que en 2020 provocó que la segunda economía latinoamericana se contrajera 8.4%. En 2021 repuntó 5% y este año crecería solamente 3.4%, según estimaciones de Hacienda.

La continuidad de AMLO no está en riesgo “en lo absoluto. Todo lo contrario, (el referendo) podría darle aire a algunos de sus proyectos”, estimó la analista política Martha Anaya.

Sus puntos débiles

Además de una inflación anualizada de 7.3% a febrero, la mayor en dos décadas; AMLO enfrenta puntos críticos como la violencia criminal, que deja unos 340,000 muertos y miles de desaparecidos desde 2006, cuando se militarizó la lucha antidrogas del país. Tan sólo en 2021 hubo 33,308 homicidios.

El presidente defiende una política de “abrazos, no balazos”, aduciendo que la sola represión no logró erradicar a los poderosos cárteles, por lo que acordó con Estados Unidos un nuevo enfoque que atienda la pobreza como raíz del problema.

La violencia alcanza también a los periodistas, con unos 150 asesinatos de profesionales desde 2000, de los cuales ocho solo este año.

El manejo de la pandemia, con México como el lugar 29 a nivel mundial con más muertes por millón de habitantes con 323,000 fallecidos, también le valió críticas al mandatario, quien al principio minimizó la crisis y rechazó usar tapabocas, cuando él mismo resultó contagiado dos veces.

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¿Qué busca con el referendo?

Para el escritor y analista Pedro Miguel, el presidente intenta cristalizar el precepto constitucional de que “la soberanía reside en el pueblo”.

Sin embargo, Ugalde opina que “busca, como cualquier político populista, mantener el clima de polarización y alentar el discurso de que el pueblo está de su lado”.

Algunos opositores advierten que el plebiscito podría animarlo a reformar la Constitución para ser reelegido. AMLO ha dicho que cuando termine su mandato se jubilará de la política. En México no hay reelección ni ampliación del período presidencial.

Además de afianzar iniciativas como una reforma que reducirá la participación privada en el sector eléctrico, el referendo servirá para “echar a andar la maquinaria rumbo a las elecciones de 2024”, considera Anaya. El gobernante simpatiza con la alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, para sucederlo.

¿Qué dice la oposición?

Los partidos opositores PAN, PRI y PRD, que conforman el bloque opositor legislativo, llaman a la abstención alegando que es un “ejercicio populista” para “distraer la atención”.

Acusado por AMLO de apoyar esas tesis, el INE organizó la consulta con un número reducido de casillas y escasa publicidad aduciendo falta de recursos.

El oficialismo y sus aliados tienen mayoría en el Congreso para pasar leyes secundarias, pero la “transformación” que busca López Obrador exige reformas constitucionales que requieren votos de dos tercios de los legisladores, por lo que está obligado a negociar.

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Con información de AFP.