El nombramiento de Octavio Romero Oropeza como próximo director del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) en el sexenio de Claudia Sheinbaum Pardo genera interrogantes sobre si la decisión obedece más a su cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que a su desempeño en Petróleos Mexicanos (Pemex), coincidieron analistas consultados por EL CEO.

Tras el anuncio realizado la semana pasada por la presidenta electa, donde a través de un boletín confirmó que Romero Oropeza permanecerá en la administración pública por un sexenio más, ahora enfocado en la política de vivienda, Carlos Flores, analista del sector energético, señaló que este nombramiento responde más a su afiliación ideológica con el proyecto de la Cuarta Transformación que a sus capacidades o logros al frente de de la empresa petrolera mexicana.

Ha logrado estas posiciones por su afiliación ideológica con López Obrador, con el movimiento, más que por su capacidad o su experiencia.

El director financiero en Invala Family Office, Amín Vera, comparte esta visión, afirmando que el nombramiento de Romero no obedece a sus resultados ni a su capacidad política, sino a su cercanía con el presidente López Obrador.

 “Es un ‘títere’ del presidente, lo están colocando ahí para asegurar el control de los recursos del Infonavit, al igual que hicieron en Pemex”, calificó.

Alejandro Sierra, presidente de la Federación de Colegio de Economistas de la República Mexicana, observa que el problema de asignar personas sin la especialización requerida no es nuevo en México. 

El caso de Romero Oropeza “se inserta en una larga tradición de nombramientos políticos en áreas técnicas, lo que debilita la capacidad del gobierno para responder a las necesidades reales de la población”.

“Una muestra de que no se dan los cargos para la gente especializada es lo que pasa con las tesorerías de los estados, no hay un economista al frente”, comentó.

Octavio Romero Oropeza , una mala gestión en Pemex

Para los especialistas, la gestión de Romero Oropeza al frente de Pemex durante el sexenio del presidente AMLO debió ser un factor clave a considerar.

Carlos Flores señala que, a pesar de los múltiples intentos de Romero para rescatar a la petrolera, los resultados han sido desfavorables.

“No logró reducir la gigantesca deuda de 105,000 millones de dólares, a pesar de los subsidios gubernamentales y las ayudas fiscales recibidas en su gestión”. 

Además, el fracaso en el control de las tomas clandestinas y la refinación son manchones en su expediente que, “aunque no son su responsabilidad directa, han minado la confianza en su capacidad operativa”.

Según Vera, la producción de petróleo disminuyó significativamente durante su administración, lo que contrasta con las “millonarias inyecciones de capital que se le otorgaron para mejorar las operaciones”. 

“La producción cayó y, aunque al final la recuperaron un poco, terminó donde empezó; no hubo avance real”, comentó Vera.

Uno de los puntos más críticos que destacó fue el alarmante aumento en la deuda financiera y la deuda con proveedores de Pemex, que alcanzó niveles históricos.

Incluso mencionó que inversionistas estadounidenses y la banca local, expuesta significativamente a la petrolera, mostraron gran preocupación por la posibilidad de un incumplimiento de pagos. 

Según Vera, algunos bancos que financian a los proveedores de Pemex ya enfrentan pérdidas entre el 30% y el 40% de los pagos, debido a que se han tenido que emitir seguros contra incumplimiento (Credit Default Swaps), lo que refleja la inestabilidad financiera de la empresa.

En cuanto a los esfuerzos del gobierno para rescatar a Pemex, Vera señaló que las millonarias aportaciones de la Secretaría de Hacienda, que incluyeron entre 20,000 y 40,000 millones de dólares, no lograron revertir la situación crítica. 

Gran parte de estos fondos estaba destinado al pago de pensiones y a la reestructuración financiera, pero “ni se pagó a proveedores, ni se aumentó la producción”, indicó el director financiero.

Carlos Flores insistió que a pesar de estos resultados negativos en Pemex, sorprendentemente, se le ha premiado con un nuevo puesto de alto nivel en el Infonavit. 

“Se deja entrever una vez más la tendencia de otorgar cargos clave basados en lealtad política, sin importar los resultados concretos obtenidos en posiciones previas”.

El reto de la vivienda en el sexenio de Claudia Sheinbaum

Carlos Ramírez, consultor asociado de Integralia, pone ‘el dedo en la llaga’: el Infonavit no es una entidad que deba aprenderse en el camino.

“La presidenta electa ha señalado que la vivienda es una prioridad para su gobierno, lo que hace cuestionar la designación de una persona sin experiencia en el sector”. 

Ramírez critica que, si bien Romero tiene una vasta experiencia política, esto no necesariamente lo convierte en un experto en proyectos de vivienda, que requieren una lógica distinta a los proyectos petroleros. 

Para Vera, el anuncio de esta meta de viviendas por parte de la nueva administración “suena tan vacía como las promesas de aumentar la producción de Pemex a un millón de barriles por día o las expectativas de refinación de Dos Bocas”. 

“Es una promesa vacía que ni siquiera tienen la intención de cumplir”, sentenció Vera.

Además, el contexto actual de desaceleración económica y las reformas pendientes en el sector obligan a un liderazgo con expertise que Romero no ha demostrado.

El presidente de la Federación de Colegio de Economistas de la República Mexicana enfatizó que el Infonavit debe alinearse con estándares internacionales, como los de ONU Hábitat, que priorizan la habitabilidad, accesibilidad y seguridad de la vivienda. 

De acuerdo con el analista energético, Ramses Pech, uno de los principales retos para Romero será operar una institución cuyo presupuesto y alcance dependen tanto de la coyuntura política como económica. 

Tiene la capacidad de transformar

Por otro lado, el analista económico, Kristobal Meléndez Aguilar, señaló que el perfil de Octavio Romero está íntimamente ligado a la Cuarta Transformación, un movimiento que ha buscado redefinir las instituciones y “políticas públicas en México bajo los principios de justicia social, equidad y combate a la corrupción”. 

Al haber sido una figura clave en la reestructuración de Pemex durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, Romero ha demostrado, según el analista, capacidad para operar en proyectos de transformación de gran envergadura.

“Le tocó transformar lo que viene siendo Pemex, y ahora va a transformar lo de la vivienda”, afirmó Meléndez, sugiriendo que la misión de Romero en el Infonavit será continuar con este proceso de cambio estructural, pero ahora en el ámbito de la vivienda.

“Su experiencia en la transformación de Pemex lo califica para implementar iniciativas en Infonavit, sobre todo en temas de acceso a vivienda y renta”, coincide.

Pech recuerda que Romero tiene experiencia en la administración pública, habiendo manejado finanzas en Ciudad de México en el gobierno local de AMLO, lo cual podría ser un factor positivo.

Sin embargo, “las dudas persisten sobre su comprensión profunda de un sector complejo y regulado como el de la vivienda”.

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