Nota del editor: Esta nota se actualizó este 24 de julio con la respuesta que Fidemont le dio a Mexicanos Contra la Corrupción.
Odebrecht está implicada en un nuevo caso de sobornos en México y otros países de América Latina, de acuerdo con una investigación en la que participó Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
Documentos extraídos de una plataforma secreta de la constructora brasileña revelan la transferencia encubierta de 13 millones de dólares del llamado Departamento de Sobornos a cuatro empresas mexicanas, presuntamente para corromper en México, Ecuador y Guatemala, entre otras naciones.
Este monto es distinto a los sobornos por 10 millones de dólares que executivos de Odebrecht habrían pagado entre 2012 y 2014 al exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin.
La nueva investigación, en la que participaron periodistas de 10 países, indica que los recursos pasaron por al menos tres intermediarias de Tamaulipas y el norte de Veracruz, y una más en la Ciudad de México: PLC Servicios, TTG Asociados, Blunderbuss Company de México y Fidemont.
MCCI expuso que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) declaró como empresas “fantasma” a PLC Servicios y a Blunderbuss Company de México.
La investigación fue coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) y durante más de tres meses más de 50 periodistas revisaron más de 13,000 documentos de la plataforma secreta de Odebrecht conocida como Drousys.
La triangulación de los 13 mdd con Odebrecht
En la plataforma aparecen operaciones reportadas en 2014 por casi 5 millones de dólares que involucran a PLC y que están ligadas a una obra carretera en Guatemala, así como operaciones por poco más de 2 millones de dólares con TTG relacionadas con una obra hidráulica y un gasoducto en Ecuador.
En uno de los mensajes que permanecían encriptados aparece una “primera operación” del “programa 2014” por concepto de supuesto pago de CNO (iniciales de Constructora Norberto Odebrecht) a través de PLC por 1 millón 32,000 dólares.
En otro mensaje aparece una segunda operación con PLC México por 1 millón 380,000 dólares.
Además se realizaron otras dos operaciones que involucran a PLC: una con la anotación “inversión SIGMA” por 920,076 dólares y otra con la descripción “Swift transfer” (transferencia bancaria) por 1 millón 548,000 dólares.
En conjunto, las operaciones financieras con PLC sumaron 4 millones 880 mil dólares.
También se halló un contrato firmado en 2013 en el que TTG se comprometió a dar asesoría para negociar una oferta en la licitación del acueducto Represa La Esperanza-Refinería del Pacífico Eloy Alfaro, en la provincia de Manabí, Ecuador, obra que fue asignada meses después a Odebrecht.
En 2014 se reportaron dos pagos por 2 millones 43,000 dólares en los que aparece el nombre de TTG México relacionado con el Poliducto Pascuales-Cuenca, que fue ejecutado por Odebrecht en Ecuador.
En uno de los mensajes encriptados aparece la advertencia de que los pagos por el contrato que TTG firmó con Odebrecht podrían ser interpretados como sobornos.
En total, las operaciones con TTG sumaron 2 millones de dólares.
El contador José Luis Terán negó que el despacho TTG, propiedad de su familia, haya incurrido en actos de corrupción para Odebrecht, empresa para la que ha trabajado desde hace 20 años.
“No hay forma de que nosotros permitamos una triangulación o que hagan algo indebido”, indicó.
En la plataforma Drousys hay registros de transferencias por más de 6 millones de dólares realizadas entre 2009 y 2011 a la empresa fantasma Blunderbuss Company de México, afincada en Poza Rica, Veracruz, a través del departamento de sobornos de Odebrecht.
Fidemont, la otra implicada
Semanas después de la publicación de MCCI, Fidemont negó haber prestado sus servicios a Odebrecht, sus subsidiarias o algunos de sus funcionarios.
La firma es un despacho internacional de servicios financieros que intervino para triangular sobornos por una obra ejecutada por Odebrecht en Ecuador.
En 2017, el empresario Gustavo José Massuh Isaías declaró ante las autoridades ecuatorianas que Kleinfeld Services -una empresa fachada de Odebrecht- le hizo dos depósitos por 309,000 dólares a través de Stockwell Corporation -fiduciaria que está domiciliada en Holanda y con un banco en las islas Barbados-, pero que realizaba las operaciones desde México.
“Ellos (Stockwell) pertenecen a una holding que se llama Fidemont, es una compañía que recibe fondos, cobra una comisión y luego le transfiere los fondos a las cuentas que usted le indique. Tiene varias filiales, yo conozco a las dos personas con las que hablaba en Stockwell en México”, dijo Massuh.
En la respuesta de la firma aclara que el abogado Massuh fue únicamente cliente de Fidemont entre 2013 y 2014, en los que buscó sus servicios para aperturar una compañía, administrar sus inversiones y recibir honorarios por la cantidad total de 309,000 dólares que le adeudaban, lo que formaría parte de una posterior estructura de planificación hereditaria.
Por esta operación, se efectuó el pago de honorarios adeudados mediante una compañía que estaba bajo la administración de Fidemont y el destino final de los fondos fueron las cuentas de Massuh como titular único