México contribuye más que Estados Unidos al calentamiento global con las emisiones de metano que ocurren al producir petróleo, advirtió Daniel Zavala, científico de Environmental Defense Fund, una sociedad civil sin fines de lucro.

Una cuarta parte del calentamiento global proviene del metano, un gas invisible que se genera al producir petróleo, por lo que reducir tajantemente las emisiones de este elemento sería un freno a  los desastres naturales previstos por el cambio climático.

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Casi 5% del gas que se produce en México contamina la atmósfera en forma de metano, un nivel lo suficientemente alto para que el gas natural ya no tenga ningún beneficio como energía limpia.

El nivel supera al de la Cuenca Pérmica, de Texas, donde se lleva a cabo la mayor parte de producción mundial de petróleo. En esa región, la tasa de fuga es de 3.5%.

Lo que medimos en México tiene emisiones más altas que la región productora más importante del mundo y de todo Estados Unidos, donde el nivel es de 2.3

señaló el investigador.

A su vez, las mejores prácticas internacionales de la industria petrolera marcan que el máximo de fuga de las emisiones de metano debe ser de 0.2%

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En México, las emisiones de metano son el doble de lo que había reportado el gobierno, según las investigaciones de Zavala realizadas en 2018 y 2019.

Encontramos el doble de la contaminación de lo que se reporta en el inventario nacional mexicano (…) el problema es mucho más grave desde lo que el gobierno y la industria mexicana pensaban

comentó a EL CEO en entrevista. 

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El 50% de la contaminación de metano del sector petrolero en México se concentra en la Cuenca del Sureste que está en Veracruz y Tabasco, por lo que sería el primer lugar en el que habría que enfocar esfuerzos.

“La contaminación de metano al estar en tierra afecta a la salud de las comunidades, pues este elemento emite compuestos tóxicos que afectan la capa de ozono”, advirtió Zavala, quien también es investigador de la Universidad de Utrecht en Países Bajos.

Con efecto potencial

El metano es un gas invisible de efecto invernadero que tiene un efecto más potente que el dióxido de carbono en el calentamiento de la atmósfera.

Una de las principales fuentes del metano es el sector petrolero porque el gas que se produce junto con el crudo y el gas que se extrae del gas natural, es mayoritariamente metano, que se envía a la atmósfera.

A su vez, se produce en el sector ganadero y en la industria de residuos sólidos que se importan a nivel mundial.

Es posible frenarlo

Si las emisiones de metano pudieran reducir a la mitad de aquí al 2030, se evitaría que para el año 2100 el plantea se calentara en 0.5 grados centígrados y se desataran nuevos patrones climáticos que generen desastres naturales.

Reducir las emisiones de metano sería como pisar el freno del coche en cuanto a qué tan rápido se está calentando el planeta

destacó Daniel Zavala.

La buena noticia es que ya están disponibles las tecnologías y herramientas para reducir las emisiones de metano de manera significativa, incluso, pueden reducirse con mantenimiento adecuado.

“Muchas veces lo que se necesita literalmente es apretar tuercas para que no haya fugas, es más la inspección y atención a las instalaciones (de producción de petróleo)”, planteó Zavala.

En otros casos, los elementos que se fugan pueden ser aprovechados en lugar de que se instalen en la atmósfera.

“El gas asociado a la producción de petróleo se libera a la atmósfera, en lugar de capturarlo y usarlo como combustible”, señaló el investigador.