Hace 10 días, Martha Erika Alonso tomó protesta como la primera gobernadora de Puebla. En ese momento, tras acusaciones e impugnaciones electorales, asumió el mismo cargo que ocupó su marido, Rafael Moreno Valle Rosas, entre 2011 y 2017.

Las críticas hacia Alonso por ser la esposa del exgobernador la siguieron a lo largo de su campaña política en Puebla, que realizó a la par que la búsqueda de su marido por un puesto en el Senado. Su principal opositor, el morenista Miguel Barbosa, acusaba al matrimonio de haber incurrido en irregularidades para mantener el poder en la entidad.

Martha Erika Alonso rebatió a Barbosa: ella no era su marido y era “misógino” que la señalara por tener aspiraciones políticas. También prometió que los integrantes de su gabinete no serían personas cercanas a Rafael Moreno Valle, aunque posteriormente se reveló que muchos de ellos habían trabajado en el sexenio de su marido.

Un matrimonio en el poder

Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso contrajeron nupcias en 2004, luego de más de tres años de relación. Moreno Valle se perfilaba entonces como la ‘promesa’ de la política poblana, a la que representaba como diputado federal.

Martha Erika Alonso era entonces parte del Grupo de Participación Ciudadana del congreso poblano, de acuerdo con su semblanza curricular.

Alonso se integró oficialmente al Partido Acción Nacional en 2009, cuando su esposo era gobernador por la entidad y aspiraba a la gubernatura poblana. Empezó a promover su imagen un año después, mientras su marido contendía por la gubernatura estatal.

Entre 2011 y 2017, mientras Moreno Valle lideraba la entidad y alimentaba la idea de llegar a la presidencia de México, Alonso se ocupó de la presidencia del DIF local y encabezó una red de mujeres con la que pudo recorrer la entidad.

Como pareja de políticos, la de Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso era única, de acuerdo con sus allegados.

“No había otro referente en el país” a nivel político, dijo este lunes a Milenio Dante Delgado, dirigente de Movimiento Ciudadano – uno de los partidos de la coalición que llevó a Alonso al poder –, quien se reconoció como amigo “de años” de la pareja.

La toma de protesta

Luego de meses de impugnaciones por parte de Miguel Barbosa, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación declaró a Martha Erika Alonso ganadora de la gubernatura en Puebla.

La poblana asumió el cargo el 14 de diciembre. En el evento, emitió un discurso desde el Auditorio de la Reforma donde se dirigió a su marido, pero evitó mencionar su relación de más de 17 años.

“Los retos que enfrenta nuestro estado exigen el mayor compromiso y coordinación de los esfuerzos entre órdenes de gobierno y poderes públicos, desde mi mandato respetaré las instituciones y promoveré la división de poderes; exhorto a la ciudadanía y a los distintos actores de la vida pública a que privilegiemos las coincidencias por encima de nuestras  diferencias”, dijo la gobernadora, quien rindió protesta a puerta cerrada antes de anunciar a su gabinete.

Este lunes, en víspera de Navidad, la pareja falleció por el desplome de su helicóptero, a la altura de en el Cerro de la Chimenea del Chacuaco, cerca de la capital poblana.