La Cámara de Diputados aprobó este martes la disolución del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), organismo encargado de alentar la llegada de visitantes al país, con el argumento de que existen otras instancias que cumplen con la misma función.

“Debido a varias modificaciones que ha sufrido el marco legal de la administración pública federal, actualmente coexisten diversos órganos, dependencias y entidades de distinta naturaleza jurídica, que desempeñan funciones similares a las que lleva a cabo el CPTM, lo que ha ocasionado la dispersión de recursos humanos y materiales, así como de esfuerzos encaminados a un mismo objetivo, los cuales podrán ser aprovechados de mejor manera”, dijo la diputada Abelina López, de Morena, al presentar el dictamen.

López también acusó que los recursos públicos canalizados al CPTM se ocupan para costear grandes espectáculos, como los partidos de la NFL en México o la Fórmula 1, y tianguis turísticos.

La medida pasará ahora al Senado de la República, donde se espera que se avale la desaparición del organismo.

Y sin CPTM… ¿qué pasará?

Una vez que el CPTM sea eliminado, sus funciones serán asumidas por la Secretaría de Turismo (Sectur). Sin embargo, especialistas consideran que la desaparición tendrá un impacto en los ingresos del sector.

“Definitivamente sí es un impacto a todo el sector, sobre todo la llegada de aviones de turistas extranjeros”, consideró en entrevista Rafael García, presidente de Club Skal, agrupación internacional que engloba a todas las ramas del turismo.

De acuerdo con el experto, en los primeros cuatro meses del año se ha registrado una baja de cerca de dos millones de asientos de avión dirigidos al país.

La pérdida de promoción turística podría hacer que el país pierda competitividad frente a otros destinos turísticos del mundo, lo que se vería reflejado en menores ingresos para el sector nacional, explicó Rafael Camacho, analista de Ve Por Más.

“Al final del día México no compite contra sí mismo en términos de turismo, compite a nivel internacional”, por lo que el fortalecimiento de la promoción de otros países y la creación de nuevos aeropuertos impactará el arribo de vacacionistas extranjeros.

El sector turístico representa 8.7% del Producto Interno Bruto de México y de él dependen cuatro millones de mexicanos directamente, mientras que cerca de 25 millones tienen una dependencia indirecta.

Se espera que el país, que actualmente ocupa la sexta posición del ranking mundial de arribo de turistas mundiales de la Organización Mundial de Turismo (OMT), retroceda un par de posiciones este año.

El gobierno y el sector privado trabajan en la creación de un nuevo organismo que absorba las funciones del CPTM y que será presentado próximamente.

“Se le han presentado opciones para que con menos recursos se puedan hacer promociones más eficientes”, dijo García.

Una despedida anunciada

La desaparición del CPTM forma parte de las medidas de austeridad impulsadas por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Desde antes de asumir el cargo, el actual titular del Ejecutivo federal destacó que el consejo dejaría de operar, pues representaba una erogación alta, que podría utilizarse para programas sociales que beneficiaran a las personas en condiciones de vulnerabilidad económica.

Sin embargo, el Presupuesto de Egresos de la Federación contempló para el año en curso un presupuesto de 592.8 millones de pesos. La mayor parte del dinero se destinaría a gastos administrativos, aunque la partida presupuestal que obtenía el CPTM por concepto de Derecho de No Residente (DNR) desapareció.

En el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), los ingresos del organismo promotor por concepto de DNR prácticamente se duplicó, mientras que sus partidas federales tocaron su punto más alto en 2016 y posteriormente se contrajeron, muestran datos del gobierno federal.

“Con sus limitaciones, pero la labor del CPTM ayudaba a la llegada de turismo”, consideró García.

El secretario de Turismo, Miguel Torruco, dijo en marzo que se está analizando que parte del pago de Derecho de No Residente (DNR) se use para la construcción del Tren Maya, uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos del sexenio de López Obrador.