La industria del acero mexicano está en la antesala de una crisis que puede derivar en la reconfiguración del sector, la pérdida de su principal mercado y una posible disminución de su fuerza laboral.

La tarifa arancelaria de 25% impuesta por Estados Unidos en junio del año pasado ha ocasionado hasta el momento pérdidas para el sector de 250 millones de dólares (mdd), por lo que los representantes de este negocio piden al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador imponer aranceles recíprocos para equilibrar la situación comercial.

Hasta el momento, el gobierno federal no ha hecho caso a sus demandas. 

“De mantenerse esta situación, los ingreso de los industriales del acero serían afectados en más o menos 12% o 13%”, advierte Leonel Carrano, maestro en Economía de la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La producción, en su peor nivel desde la crisis del 2015

Durante los primeros nueve meses del 2018, la producción de acero en el país se mantuvo en números positivos en comparación de los resultados del año anterior, con excepción de febrero, cuando reportó una caída del 0.9% con respecto al mismo periodo del 2017, según datos de la World Steel Association (WSA).

Sin embargo, en el último trimestre del año, la producción del sector bajó en promedio 6.2% interanual, lo que lastró los resultados anuales hasta su peor nivel desde 2015. Ese año la producción se contrajo 3.9% debido a la crisis que generó la caída de los precios por la sobreproducción de Asia, según un reporte de la consultora Deloitte.

De mantenerse la tendencia a la baja en la producción acerera, estarían en riesgo cuando menos 10,000 puestos de trabajo dependientes de la industria siderúrgica, de los 662,000 directos e indirectos que reporta la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero (Canacero), estima Francisco Orduña Mangiola, director de Comunicación Social de Altos Hornos de México (AHMSA).

AHMSA es una de las principales acereras en el país, junto a Arcelor Mittal, Termiun, Deacero y Acerías.

De mantenerse esta situación, la producción va a disminuir y eso significa que vas a tener personal de sobra en toda la cadena, desde la mina hasta los productores del acero. Es una crisis muy seria, Francisco Orduña Mangiola.

Aranceles ‘de rescate’

Cuatro meses después de la entrada en vigor de los aranceles estadounidenses, la Canacero informó que las exportaciones de acero mexicano hacia el mercado de Estados Unidos cayeron un 30%, en tanto que a la inversa, los niveles se mantuvieron y en algunos casos crecieron.

“En los primeros meses de aplicación de la medida 232 (arancelaria), las exportaciones de acero de México a Estados Unidos han caído en un promedio de 30%, mientras que las de Estados Unidos a México se han mantenido y en algunos productos han crecido”, escribió la Canacero en un comunicado el 2 de octubre pasado.

El desequilibrio en la relación comercial pueden terminar de asfixiar a la siderurgia mexicana, que tiene una balanza comercial deficitaria ante Estados Unidos por más de 2,858 mdd, de acuerdo con los último datos disponibles del Departamento del Tesoro que datan del 2017.

En 2015 la industria acerera global atravesó una profunda crisis debido a la sobreproducción que se registró en Asia, la región de donde proviene la mayor parte del acero que se consume en el mundo. México no escapó del desastre que derrumbó los precios del metal, cuyas importaciones crecieron hasta 7.9% en relación con 2014, según Deloitte.

Al año siguiente el panorama mejoró. La producción de acero presentó un aumento del 4.3%, de acuerdo con WSA, mientras que el balance entre exportaciones e importaciones también reaccionó positivamente, reportó la Canacero.

Parte del repunte de la industria, dice Orduña Mangiola, fue gracias a que la Secretaría de Economía fijó un impuesto temporal del 15% a las importaciones siderúrgicas de países sin tratados comerciales con México, como China.

Sin embargo, ese arancel, establecido en el Diario Oficial de la Federación el 5 de junio de 2018, venció el 31 de enero de este año y ni la Secretaría de Economía ni la de Hacienda y Crédito Público han mostrado esfuerzos para restablecerlo. De mantenerse así, el sector acerero nacional quedaría desprotegido ante los competidores internacionales con los que comparte el mercado mexicano, según el ejecutivo de AHMSA.

De las 8.6 millones de toneladas de acero que México adquirió proveniente del extranjero, Estados Unidos importó 36%, Japón 21%, Corea del Sur 14%, China 4% y Canadá 4%, de acuerdo con la Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana.

 El gobierno de López Obrador debería aprovechar que por ahora existe un clima de ‘buena vecindad’ con su contraparte estadounidense para evitar pérdidas mayores a la industria acerera  , considera Leonel Carrano

La espera continúa

Esta no es la primera ocasión que el sector industrial habla sobre la necesidad de restablecer las medidas de protección en beneficio de la siderurgia mexicana sin haber obtenido una respuesta concreta por parte del gobierno.

El 31 de enero la Confederación de Cámaras Industriales y la Canacero emitieron un desplegado en diversos medios para solicitar la renovación de la salvaguarda que vencía ese día, así como la imposición de un impuesto equivalente a las tarifas arancelarias estadounidenses.

“La industria acerera, que mantiene una plantilla de más de 700,000 empleos directos e indirectos en todo el país, viene enfrentando una compleja situación a partir  la crisis generada por la sobreproducción mundial de acero, y agravada por los aranceles del 25% que impuso unilateral e injustamente el gobierno de Estados Unidos para nuestras exportaciones”, se lee en el desplegado.

“Hasta ahora no hemos obtenido respuesta”, dice Orduña.

“El problema para México es que el principal mercado es el de Estados Unidos. Perder el mercado estadounidense es perder competitividad y eso significaría una disminución de ingresos y a un posible despido masivo de personal. Los acereros mexicanos no pueden continuar con este nivel de aranceles”, explica el maestro Carrano.