Una Estrategia Digital Nacional sin hoja de ruta, la creación de CFE Telecom e Internet para Todos, la desaparición de la Subsecretaría de Comunicaciones de la SCT; los cambios en los objetivos de la Red Compartida, y el desdén hacia el Instituto Federal de Telecomunicaciones han marcado los primeros tres años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en materia de conectividad.

Tras ganar las elecciones presidenciales del 1 de julio de 2018, el primer mandatario reveló el gran proyecto de conectividad de su sexenio: Internet para Todos; un ambicioso plan para conectar a todo el país que ha estado salpicado de claroscuros, al igual que la política en materia de telecomunicaciones de su administración, coincidieron analistas. 

Porcentaje de hogares con internet por entidad en 2020, según la ENDUTIH 2020: 

El balance en materia de conectividad de lo que va del sexenio ‘es pésimo’, dijo Michel Hernández Tayofa, director general de Observatel, pues considera que desde el inicio de la administración no se realizaron acciones clave para el desarrollo de conectividad en México.

Los primeros meses del gobierno eran claves para presentar una política de inclusión digital; sin embargo, en lugar de eso, el gobierno dio algunos tumbos, como modificar el reglamento interior de presidencia, que en el sexenio anterior dependía de la Coordinación de Estrategia Digital Nacional.

No existe una política de conectividad en el país que revele detalles y sobre todo objetivos de cómo, cuándo y en qué medida se va a ir conectando al país

 comentó Hernández Tayofa, director general de Observatel

La conectividad universal figura como uno de los proyectos prioritarios de la administración, y aunque al inicio se le dio mucho peso, no había – ni hay – claridad sobre cómo desarrollar una estrategia para conectar, agregó Hernández Tafoya.

Plan de conectividad, ambiciosa en extremo

A tres años de aquel 1 de julio, es una realidad que la meta de cobertura total de conectividad en territorio nacional fue en extremo ambiciosa, dado que aún no hay inversiones realizadas para tal fin, mencionó Ramiro Tovar Landa, consultor en Regulación Económica y Política de Competencia.

Además, del rediseño de las instituciones y la desaparición de la Subsecretaria de Comunicaciones, que tuvo al frente a Salma Jalife, se suma el hecho de que  CFE Telecom todavía no supera la definición de su armado interno y su puesta en marcha, y que, faltando tres años todavía, “falta todo por hacer”, añadió el especialista.

La única forma viable es la inversión privada en telecomunicaciones, porque la inversión pública tiene serias restricciones para llevar a cabo algo que pueda ser significativo respecto a cobertura y penetración

 expuso Tovar Landa, consultor en Regulación Económica y Política de Competencia

Ni negro ni blanco: escenario gris

El hecho de que no exista una estrategia digital o un plan claro de digitalización del país, abona en buena medida al debilitamiento institucional actual, dijo Samuel Bautista Mora, coordinador general de Social Intelligence Unit (SIU).

Sin embargo, el especialista considera que hay un punto que ha resultado positivo en la administración: la política fiscal aplicada a plataformas extranjeras como Netflix, Amazon y otras a pagar impuestos.

“Obligar a estas empresas digitales, que no tienen representación en México, a retener impuestos, resulta positivo”, dijo.

No obstante, también hay otro elemento clave que estaría abonando a un retroceso en conectividad y digitalización, y es el alto pago de derechos de espectro radioeléctrico en México, una queja de la industria de telecomunicaciones que se mantiene vigente hasta hoy.

Esto hace mayor la carga a los competidores, además de que se anulan los incentivos para que los operadores desplieguen 5G, lo que resulta la parte no tan positiva en el aspecto fiscal.