La Cámara de Diputados realizó una investigación sobre la inclusión financiera con uso de tecnología y entre las principales conclusiones destaca que la inclusión digital podría incrementar el PIB nacional hasta en un 14%.

El primer cuaderno “Propuestas para impulsar la inclusión financiera a través de la tecnología”, promovido en la LXV Legislatura, explica cuáles han sido los principales obstáculos que enfrentan grupos excluidos hasta hoy del sistema financiero.

Los grupos analizados incluyen a las mujeres, los jóvenes, el sector informal, los indígenas, las comunidades rurales o agrícolas así como adultos mayores y pequeñas y medianas empresas (pymes), que no tienen acceso a servicios financieros tan básicos como una cuenta bancaria.

La investigación sintetiza una problemática que persiste en el país: el desinterés del sistema financiero tradicional para incluir a grandes capas de la población y las experiencias que existen para solucionar esa situación

señaló la Cámara baja en un comunicado

La propuesta analiza lo que podría hacerse de cara a lo que el gobierno federal planteó en su Política de Inclusión Financiera 2020- 2024 (PNIF), que busca reducir la brecha financiera de esos sectores y grupos vulnerables.

En ella se plantea que la inclusión financiera permita que la población acceda a servicios financieros diversificados, formales y adecuados a sus necesidades, lo cual impacta de manera directa en el desarrollo de las empresas, el bienestar de las personas y el crecimiento de los países.

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México, con rezago frente a América Latina

Una revisión comparativa con economías semejantes a la de México, parte de la investigación, reveló que mientras que en el país menos de la mitad de los adultos tienen una cuenta bancaria, en Brasil suma el 72%.

Entre otros hallazgos, destaca que la cartera de crédito en México es de apenas 38% del PIB, cuando en Chile esa cartera es mayor al 100%, en Brasil alcanza el 70% y en Colombia el 50%.

Los datos reflejados en la primera investigación se explican por las pocas opciones de financiamiento y otros servicios que el sector bancario “estable pero muy concentrado en pocas manos”, ofrece a numerosos grupos de personas y empresa. 

Sin embargo, acusa que este sistema suele funcionar como un oligopolio que favorece, principalmente, a clientes varones con nómina fija, que cuentan con ingresos altos y propiedades.

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Tecnología, clave para el bien común

De acuerdo con la Cámara de Diputados, la pandemia comprobó que la tecnología, por medio del teléfono celular y el internet, puede ser usada para un bien común más extenso, un escenario que hace posible la inclusión de más personas a través de la ‘Ley Fintech’, la cual, sugieren, puede perfeccionarse aún más.

Las conclusiones destacan también que, tanto para las personas como para las pymes urbanas y del sector agrícola, los proveedores de servicios financieros tecnológicos les significan mayores facilidades de pagos, proveeduría, facturación, seguros, créditos o financiamiento, adopción tecnológica e incluso levantamiento de capital.

En ese sentido, señala que estos nuevos participantes pueden, gracias al uso de algoritmos, ciencia de datos e inteligencia artificial, evaluar el otorgamiento de crédito a gente sin historial crediticio.

Tras la investigación, los diputados plantean analizar las oportunidades de “quitar fricciones” al sistema, que la autoridad y las instituciones financieras, junto con los legisladores, propongan normas que detonen condiciones que incrementen la competencia.

Esto, a su vez, con la finalidad de impulsar la innovación y modelos de negocio que permitan atender a mercados cada vez más masivos, a menor costo.

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